Hacerse con la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT) empieza a hacerse imperativo, especialmente en los núcleos urbanos grandes. La mayoría de las marcas optan por la electrificación para otorgársela a sus vehículos, especialmente la tecnología microhíbrida, pero hay una alternativa más económica de la que Dacia es dueña y señora: el GLP.
El fabricante de modelos de bajo coste apostó por este formato hace muchos años (desde 2010, para ser concretos), lo que le ha llevado a alcanzar un hito reseñable: ya ha vendido 1 millón de coches equipados con sistema bifuel.
No solo eso, simplemente domina el mercado del GLP: en España tiene un 85% de cuota de mercado y en Europa supera el 67%. Aunque haya otros fabricantes que sigan utilizando este formato, ninguno se acerca ni de lejos al éxito y al volumen de la marca rumana.
De hecho, esta tecnología ha calado mucho entre los clientes de la compañía y es la opción elegida por el 40% de los compradores de uno de sus coches.
De hecho, se trata de una alternativa tan demandada que la ofrece en todos sus modelos menos en el Dacia Spring, que es eléctrico. Es más, aunque algunos vehículos (Duster y Jogger) ya tienen versiones híbridas eléctricas en sus gamas, el GLP sigue estando disponible como la forma más barata de hacerse con la etiqueta ECO.
La motorización, que recibe el nombre de 100 ECO-G, desarrolla una potencia de 100 CV y un par máximo de 170 Nm, lo que supone un aumento de 10 CV y 10 Nm respecto al motor de gasolina en el que está basada, con el añadido de que reduce un 10% las emisiones contaminantes.
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Y eso no es todo, puesto que otro de los puntos fuertes del GLP es su contenido coste. La marca asegura que llenar el depósito supone hasta 40 euros menos que en el caso de hacerlo con gasolina del 95, que es un 40% más cara.
Aunque depende de cada modelo, el hecho de combinar dos depósitos, uno de gasolina y otro de GLP, hace que la autonomía de los Dacia ECO-G sea muy grande, pudiendo llegar a los 1.500 kilómetros en el mejor de los casos.