Es de agradecer que BMW, casi siempre, tiene una unidad en España del modelo que acaba de ser presentado internacionalmente. De esta forma, como ha ocurrido con el BMW X1 2023 y el BMW iX1, podemos conocerlos en vivo, descubrir sus novedades y hacer nuestras valoraciones… en parado.

Estoy frente a frente; ante mí la tercera generación de este superventas. Y es eso, un ‘bestseller‘, como demuestra que en 2021 fue el BMW más vendido, y el s18d, la décima versión más comercializada de toda la gama del fabricante alemán. Ahí es nada.

La imagen es totalmente nueva. Exhibe una carrocería cuadrada. Cómo bien me dice el Product Manager del modelo, es como si hubiese sido esculpida a partir de un bloque de piedra.

El capó, colocado sin apenas inclinación, muy plano, está en una posición mucho más alta. Tiene unas nervaduras longitudinales muy pronunciadas, con lo que parece que esconde un motor con un gran número de cilindros.

Por su parte, la parrilla sigue el camino de algunos de sus hermanos, y ahora es más grande. En el acabado de serie es negra, aunque el borde es plateado. Este color es el que la baña por completo en los acabados, xLine y M Sport.

Recorro el lateral y me llama poderosamente la atención los marcadisimos pasos de rueda, muy cuadrados, en negro o en el mismo color de la carrocería si es la variante más deportiva, y que pueden albergar llantas que van de las 17 a las 19 pulgadas.

La zaga recoge unos pilotos con forma de L, signo característico de los modelos X, con texturas en 3D de aspecto metálico. La verdad es que son realmente atractivas.

Tengo el BMW iX1 justo al lado, por lo que es perfecto para compararlos. Son iguales, salvo los acentos metálicos, que en el coche eléctrico están pintados en azul, y porque la parrilla está totalmente carenada.

La luna trasera es inconfundible: su forma es muy parecida a la del BMW X1 de primera generación, y con ello consigue un aspecto más ancho.

Abro la puerta y un encargado de la marca me recuerda que las dos unidades son preserie. Aún así, los materiales son muy buenos, y los ajustes, también.

Se nota el paso a la digitalización que ha dado con la pantalla panorámica curva de 10,25″ y la de 10,7 cubierta de vidrio. También por la ausencia de botones físicos para muchas funciones, algo que no es de mi agrado.

Me suena muy mucho, y es que el puesto de conducción es muy parecido al del (prueba) BMW Serie 2 Active Tourer 2022, tanto por las mencionadas pantallas como por el reposabrazos flotante, la bandeja para carga inalámbrica y los mandos de la transmisión automática, que, por cierto, es la única opción disponible.

Me desplazo a la segunda fila para ver el espacio que ofrece, que con mi 1,78 m es mucho para las rodillas y siete dedos para la cabeza. Se nota que la distancia entre ejes es 22 mm más grande, aunque su mayor longitud (+55 mm), anchura (24 mm) y altura (44 mm) también influye.

Pulso el botón, y de forma eléctrica, el portón me descubre el maletero, que ahora es 35 litros mayor, por lo que en esta generación suma 540 litros -490 en su versión eléctrica-.

Las primeras unidades del nuevo BMW X1, que está a la venta desde 41.700 euros en la versión sDrive18, llegarán en octubre de 2022. En noviembre lo harán las dos híbridas enchufables, xDrive25e (51.900 euros) y xDrive30e (54.900 euros), y el iX1, el eléctrico (54.900 euros).

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