Este mes de septiembre estará marcado en los libros de historia del futuro por la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra, que falleció en su propiedad de Balmoral, Escocia, el pasado 8 de septiembre a la edad de 96 años. El cortejo fúnebre tuvo que recorrer un largo camino de regreso a Londres. Primero fue un Mercedes-Benz de una funeraria, pero en la última parte del trayecto se utilizó un vehículo muy especial, ya que el coche fúnebre de la reina Isabel II es un Jaguar que ella diseñó.

Fue en las secciones finales de su procesión cuando se usó un Jaguar que había sido diseñado previamente para la familia real británica, un diseño en el que participó la propia reina. El vehículo está terminado en color Royal Claret, un tono específico de la familia real compartido con otros coches oficiales. Se trata de un Jaguar con la distancia entre ejes ampliada y una sección trasera acristalada con el techo elevado.

El coche fúnebre de la reina Isabel II es un Jaguar que ella diseñó

Otros detalles del último coche fúnebre de la reina Isabel II es una escultura de bronce plateada de San Jorge matando a un dragón, un adorno que también apareció en el capó de su limusina Bentley. El Jaguar equipa llantas monobloque montadas sobre unos enormes neumáticos como toque final de su diseño. Esta es la primera vez que se utiliza el coche fúnebre, ya que fue diseñado para la reina, aunque su madre tenía un Jaguar XJ similar preparado para su funeral.

Los coches de la Reina Isabel II de Inglaterra

El vehículo está acompañado por dos Range Rover (prueba) nuevos, que están acabados en el mismo tono de pintura, mientras que en otras partes el cortejo fúnebre incluía modelos clásicos de Rolls-Royce y también de Bentley, todos ellos con miembros de la familia real.

Como curiosidad, la reina Isabel II no ha sido el único miembro de la realeza que diseñó su propio coche fúnebre antes de fallecer. El príncipe Felipe de Edimburgo, el marido de la reina Isabel II, que falleció en abril de 2021, encargó un Land Rover Defender 130 modificado y terminado en un peculiar tono de verde militar. Según los informes, el príncipe le dijo a la reina antes de fallecer: “Solo méteme en la parte trasera de un Land Rover y llévame a Windsor”, y la familia real cumplió con su último deseo.

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