El Mazda MX-5 de primera generación, el Miata original, tiene muchos años, pero se ha convertido en un auténtico modelo de culto. Tanto es así, que desde Gorgona Cars, una compañía italiana, lo han utilizado de base para crear el NM Concept (Naked Monoposto concept).
No termina de ser un restomod, aunque si reinterpreta el concepto del ligero descapotable para convertirlo en un monoplaza con una carrocería de tipo ‘barchetta’. Su inspiración está en tres prototipos presentados por Mazda a lo largo de los años: Mazda Miata M Speedster (NA) de 1995, Miata Mono-Posto (NB) del 2000 y Mazda MX-5 Speedster (ND) de 2015.
PRUEBA: Mazda MX-5 2.0 SKYACTIV-G 184 CV Blue&Red Edition
En términos generales se ha respetado el diseño del Mazda original, manteniendo la gran mayoría de los paneles de la carrocería. Sin embargo, se ha “cerrado” la parte del copiloto, dejando únicamente el lado del conductor operativo. Además, se ha eliminado el parabrisas, instalando solo un pequeño deflector, así como una cúpula tras la cabeza del conductor. Esto hace que sea necesario como mínimo usar gafas al ponerse al volante.

Algunos detalles estéticos son el llamativo color amarillo, los elementos de contraste acabados en negro mate y las llantas Enkei RPF1 de 15 pulgadas.
El apartado mecánico, por su parte, sirve de unión entre el clásico y el moderno, puesto que monta el motor tope de gama de la generación actual, un bloque 2.0 SkyActiv-G que desarrolla 184 CV de potencia y 205 Nm de par máximo. Se combina con una caja de cambios manual de seis velocidades y con un sistema de tracción trasera con diferencial autoblocante. La compañía no ha desvelado sus prestaciones.

También se ha mejorado la rigidez del chasis, que ahora es el doble de la original; se ha instalado un sistema de frenos de mayor rendimiento y la suspensión es de tipo coilover. La guinda la pone un contenido peso de solo 830 kilos.
Por el momento solo existe este ejemplar del NM Concept, pero Gorgona Cars tiene la intención de fabricarlo en una serie de bajo volumen. Excluyendo el coche base, que tendrán que entregarlo los interesados, y los impuestos, su precio rondará los 70.000 euros.