Los fabricantes de automóviles acostumbran a presentarnos numerosos prototipos, algunos más espectaculares que otros, con los que intentan adelantarnos algunos avances tecnológicos o el lenguaje de diseño que tendrán sus futuros modelos. Muchos de esos concept cars terminan siendo exhibidos en museos, eventos de la marca o, en algunos casos, en algún almacén, como el Volkswagen CC1 Concept. Uno de esos prototipos olvidados es este, el BMW Z29 Concept.
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Este prototipo de BMW nació en 2001 como resultado de la colaboración entre BMW M y Technik GmbH. La marca bávara fundó Technik GmbH en 1985 como think tank para desarrollar modelos conceptuales de vehículos innovadores y originales, orientados al futuro y lejos de las limitaciones del programa de trabajo de un vehículo de serie. Aunque, el consejo de la compañía afirmó en su momento que el objetivo de Technik siempre debía ser desarrollar soluciones para coches que llegaran a la cadena de producción.
BMW Z29 Concept (2001): el prototipo olvidado de BMW M y Technik
Inicialmente, los objetivos de Technik eran ejecutar proyectos bajo los títulos ‘Auto 2000’ y ‘Vehículo local’. Completado en 2001, el prototipo Z29 era un coche deportivo biplaza y muy poco convencional, diseñado para reducir el peso lo máximo posible, mediante el empleo de materiales de alta tecnología y, así, mejorar su rendimiento.
ESPECIAL: BMW M3 CSL
El diseño era tan poco convencional que, difícilmente, alguien podría decir que es un BMW, de no ser por los riñones frontales. Contaba con un chasis monocasco hecho de plástico reforzado con fibra de carbono derivado de la Fórmula 1, bastidores delantero y trasero de aluminio y unas puertas que se abrían en forma de tijeras. Para reducir el peso, los ingenieros idearon unas salidas de aire especiales para el sistema de ventilación, desarrollado como un miembro estructural en el que se montaba el panel de instrumentos. El peso final del vehículo era de 1.166 kilos.
Influencia en modelos posteriores
El Z29 estaba equipado con un motor de seis cilindros en línea que producía 340 CV, el mismo propulsor utilizado en el M3, que le permitía acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos. Lógicamente, el diseño de este coche concept nunca llegó a ningún modelo de producción, pero influyó en el M Roadster de 2006.
También tuvo influencia en el M3 CLS, que utilizaba fibra de carbono, plásticos reforzados para el techo y algunas partes de la carrocería, como el paragolpes delantero. Sin embargo, a pesar de que el vehículo fue diseñado en 2001, no fue hasta 2006 cuando fue revelado.