El Aston Martin DBS 770 Ultimate Volante se presenta como la despedida final del modelo británico, cogiendo el relevo del Aston Martin DBS 770 Ultimate, del que toma todas sus características salvo por el cambio a una carrocería descapotable.
Eso sí, su tirada está limitada a 199 ejemplares (en lugar de los 300 que se van a fabricar del coupé) y presumiblemente será más caro que la versión de techo cerrada, aunque no se ha anunciado su precio. Esto es algo lógico por parte de Aston Martin, puesto que todas las unidades ya se habían vendido incluso antes del anuncio.
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La firma británica ha reemplazado el techo por una capota de lona y, como es habitual en estos casos, el cambio va acompañado de un aumento de peso, aunque en esta ocasión es muy ligero: 1.855 kg (+10 kg).
Bajo el capó se esconde el mismo motor, un propulsor 5.2 V12 de 770 CV y 900 Nm de par máximo, que se asocia a una transmisión automática ZF de ocho relaciones y a un sistema de tracción trasera con diferencial de deslizamiento limitado.
El ligero aumento de peso hace que sea algo más lento que el coupé y si este necesita 3,4 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, el Aston Martin DBS 770 Ultimate Volante necesita dos décimas más y se va hasta los 3,6 segundos. Donde no hay cambios es en su velocidad máxima, que sigue siendo de 340 km/h.
Su imagen es igual de deportiva que la de su hermano, combinando en la justa medida un estilo agresivo y la elegancia característica de la firma británica.
El frontal está ocupado prácticamente en su totalidad por una gran parrilla, las salidas de aire pueblan tanto el capó como la parte posterior de las aletas delanteras, las llantas son de 21 pulgadas, cuenta con extensiones en los faldones laterales, el difusor trasero aloja dos salidas de escape dobles y un marco cromado rodea el habitáculo.