Todo el mundo, a poco que le guste el mundo de la automoción, le conoce. Se trata de uno de los mejores pilotos de rally de la Historia. Además, actualmente sigue ligado a los coches a través de diversas marcas. Por eso hemos querido reunir una serie de anécdotas y curiosidades de Walter Röhrl: estas son las que más nos han llamado la atención. Que las disfrutes:
La muerte de su hermano
Su hermano se mató en un accidente de coche. Es por eso que su padre decidió que su carrera profesional no tendría nada que ver con la conducción, y mucho menos con la competición. Lo que quería era evitar que le pasara la misma tragedia que a su hermano. Sin embargo, lo llevaba en los genes.
Otros caminos
Desde bien pronto su oficio estuvo desligado de los coches. Comenzó estudiando comercio en Regensburg, su ciudad natal, e incluso acabó trabajando para el obispo local. Más tarde demostró estar dotado para los deportes hasta llegar a ganar un campeonato local de esquí. Además, pasaba su tiempo libre jugando al tenis de mesa.
Vídeo: Walter Röhrl a los mandos del Porsche 953 sobre hielo y nieve
Hasta que...
Justo después de probar otros trabajos, se sacó el carnet de conducir. Empezó a trabajar como conductor recorriendo unos 120.000 km al año, lo que le sirvió para adquirir una gran experiencia al volante. Y fue en 1968 cuando se puso por primera vez a los mandos de un coche de rally.
Su primer coche
Una de las anécdotas y curiosidades de Walter Röhrl que más destacan es la de la compra de su primer coche propio. Fue el mismo que tenía su hermano y el que le recomendó cuando él tenía 10 años: un Porsche. Concretamente, un 356. Aunque el de Walter fue el que tenía carrocería cabriolet.
Amor por Porsche
Fue ahí cuando se convirtió en un auténtico apasionado de la firma de Stuttgart. Compró ese coche con solo 20 años después de mucho tiempo de ahorro y después tuvo varios (prueba) Porsche 911. Logró tan buenos resultados en competición con su propio coche que acabó corriendo en el equipo de rally de Fiat Abarth.
Su primer coche... de rally
El primer coche de rally de Walter Röhrl fue un Fiat. Se trataba de un Fiat 850 Coupé con neumáticos estándar y una potencia de 47 CV. No obtuvo grandes resultados con él, pero dejó entrever el talento que tenía como piloto. Cuando fue cuestionado acerca de ello, dijo que conducir un coche de carreras se parecía mucho a esquiar.
Detrás del 959
En el apogeo de su carrera en los rallys participó de una manera muy activa en el desarrollo de uno de los vehículos más tecnológicos desarrollados jamás por Porsche teniendo en cuenta su época: el Porsche 959. Un superdeportivo adelantado a su tiempo que marcaría una época.
Una frase definitoria
"Los buenos conductores de rally tienen moscas muertas en las ventanillas laterales". Esa es una de las grandes perlas que nos ha dejado Walter Röhrl a lo largo de su carrera, muestra de que le gustaba ir de costado en más de una curva. La soltó después de acabar hastiado de no poder triunfar con los Opel y continuar su carrera con su Porsche y con un Fiat 131 Abarth.
Conductor, no actor
Pero la anterior no fue la única frase para la historia de Walter Röhrl. Y es que cuando la marca de cigarrillos Rothmans patrocinaba a su equipo de carreras a principios de la década de los años '80, el alemán se negó a grabar un vídeo promocional de la compañía. "Fui contratado como conductor, no como actor", espetó.
Conducir por pasión
Hubo una época en la que su compañero de equipo, Gerhard Berger, viajaba a los diferentes países en los que se celebraban las competiciones en avión. Röhrl iba en coche, llegando a decir que si no llega a cruzarse media Europa pidiendo indicaciones hubiera acabado siendo un ermitaño dada su acuciante timidez.
