En el Salón de Frankfurt 2019 (ni nunca, según parece) no vamos a ver un BMW M3 Touring, la marca bávara no tiene intención de producir una versión deportiva de su carrocería familiar, pese a que sus rivales directos si ofrezca dicha opción (véase el Audi RS4 Avant). Por suerte para los que anhelen dicho vehículo, el Alpina B3 Touring es la solución no oficial al problema.
El preparador ha puesto sus manos sobre el BMW y ha hecho lo que mejor sabe: potenciarlo hasta un nuevo nivel y sacar a relucir su lado más dinámico. Bajo su capó se encuentra el motor S58, un bloque 3.0 biturbo de seis cilindros en línea mejorado para que alcance los 462 CV de potencia y los 700 Nm de par máximo, que luego una caja de cambios automática ZF de ocho velocidades y el sistema de tracción integral se encargan de trasladar al suelo.
Por desgracia no sabemos lo que esto significa en datos, puesto que la compañía solo ha afirmado que su velocidad máxima supera los 300 km/h de velocidad punta y que su configuración está pensada para optimizar su sprint de 0 a 200 km/h, pero ni una palabra sobre el 0-100.
No solo de motor vive, y es que las mejoras en su apartado mecánico son abundantes: diferencial de deslizamiento limitado, función Launch Control, frenos de mayor rendimiento con 395 mm en los discos delanteros y 345 mm en los traseros, pinzas de cuatro pistones en ambos ejes y suspensión mejorada con muelles Eibach. Además, de manera opcional se pueden instalar discos perforados.
El Alpina B3 Touring también recibe modificaciones exteriores, como un kit aerodinámico específico, dos diseños de llanta distintos (uno de 19 pulgadas y otro de 20) y un difusor trasero con aletas en el centro y dos salidas de escape dobles en los laterales. En el habitáculo Alpina ha colocado sus logos en diversos lugares, las alfombrillas y los umbrales de las puertas son nuevos y la firma ofrece a sus clientes amplias opciones de personalización.
