El Mazda CX-60 es el nuevo buque insignia de la compañía, un SUV de gran tamaño con el que Mazda se adentra de lleno en el segmento premium y puede competir con modelos bien posicionados como el Audi Q5, el BMW X3 o el Mercedes GLC, entre otros. Para lograrlo, el todocamino ha tenido que integrar una serie de nuevas soluciones, innovaciones técnicas y todo un alarde tecnológico que ha permitido a Mazda crear un producto que cumple con los más altos estándares del mercado.
El CX-60 es un vehículo tan innovador para Mazda que cuenta con una serie de características (9, para ser precisos) que seguro que no conocías. Todos estos atributos convierten al nuevo SUV, que se sitúa por encima del Mazda CX-5 dentro de la gama, en el nuevo buque insignia de la firma nipona.
Nuevo enfoque del diseño Kodo
Como ya sabrás, la filosofía de diseño Kodo de Mazda ha definido desde el lanzamiento del actual Mazda3 los atributos estilísticos de todos los modelos de la compañía. Sin embargo, para el CX-60, la marca ha evolucionado este lenguaje de diseño y ha adoptado un enfoque más robusto que en Mazda describen como “noble solidez”.
La firma explica que el CX-60 es reconocible al instante como un coche “crafted in Japan” (hecho a mano en Japón) como muestra de su artesanía. Gracias a esta reinterpretación del diseño Kodo, el nuevo SUV luce líneas definidas y sutiles, un parachoques robusto, pero elegante, que integra una gran parrilla muy vertical que dota al CX-60 de una gran presencia. Además, suma parte de los afilados faros LED en el marco inferior, y cuenta con grandes entradas de aire laterales y una alargada en la parte inferior del parachoques.
El gran capó, los marcados pasos de rueda, las molduras específicas en las aletas delanteras, las superficies limpias en los perfiles y una zaga escultural, con un toque redondeado, unos anchos faros LED y, de nuevo, un robusto parachoques trasero con salidas de escape integradas. Todo en el Mazda CX-60 es sofisticado y equilibrado, como sus diferentes llantas de 18 o 20 pulgadas, con detalles dinámicos y una construcción de alta calidad.
Una pintura tecnológica
Otra de las características del Mazda CX-60 que no conocías es su nueva pintura exterior. El color Rhodium White debuta de la mano del nuevo modelo, un color que, según Mazda, está llamado a convertirse en el tercer tono emblemático de la marca junto a los ya conocidos tonos Soul Red Crystal y Machine Grey.
Mazda explica que el nuevo CX-60 introduce un tono fruto de una nueva evolución de la tecnología de pintura Takuminuri. Está inspirada en la estética japonesa, en la que menos es más, y en el “vacío” del budismo zen, para crear la imagen de una máquina que emerge de la intensa luminosidad del metal.
Mazda extiende la garantía a 6 años en toda su gama de modelos
En contraste con los acabados de color perla convencionales, la pintura Rhodium White luce un brillo más intenso y una textura de partículas más densa. Junto a esta pintura, el nuevo CX-60 está disponible con una paleta que incluye hasta ocho colores exteriores: Jet Black, Deep Crystal Blue, Sonic Silver, Platinum Quartz, Arctic White y los ya mencionados Soul Red Crystal y Machine Grey.
Materiales premium en el interior
Uno de los puntos donde se manifiesta con más fuerza el enfoque premium del Mazda CX-60 es en el interior y en los materiales empleados. La compañía explica que el habitáculo es inconfundiblemente Mazda y está muy influido por la tradición japonesa. Cuenta con madera natural, cuyas vetas transmiten sensaciones de calidad viva; y tejidos de alta calidad, con altos niveles de acabado.
En las molduras también se refleja la artesanía con la que ha sido diseñado y construido el CX-60. El tratamiento de las molduras en madera de arce se inspira en el ‘Hacho’, un concepto estético japonés que explota la asimetría y la irregularidad intencionada, empleando distintas fibras y patrones que responden a los cambios en la iluminación. Además, se ha recurrido a una técnica japonesa de costura llamada ‘Kakenui’, que produce costuras colgantes y deja espacios entre los tejidos de los guarnecidos, permitiendo entrever el material que hay debajo.
Sistema de reconocimiento facial
Una de las características del Mazda CX-60 que también es una novedad tecnológica es el sistema de reconocimiento facial que permite acceder a los ajustes guardados por el conductor empleando una cámara capaz de identificar el rostro de la persona que se sienta detrás del volante. Mediante este sistema, el nuevo SUV cumple tres funciones: guiado automático de la posición al volante, restablecimiento automático de los ajustes y asistencia para entrar y salir del vehículo.
Mediante la cámara, el sistema de reconocimiento facial recaba información para estimar cuál es la complexión del conductor. Con estos datos, ajusta automáticamente el volante, el asiento, el Head-Up Display y los retrovisores exteriores, adaptándolos así a la posición de los ojos del usuario. Todos estos ajustes se guardan en una base de datos, y mediante el reconocimiento facial se accede a estos parámetros al volver a entrar al coche. Por último, este sistema también desplaza el volante y el asiento para facilitar acceder y salir del vehículo.
El primer modelo híbrido enchufable de Mazda
También en lo que a novedades se refiere, el Mazda CX-60 PHEV tiene el honor de ser el primer modelo híbrido enchufable de la compañía japonesa. Este novedoso sistema de propulsión emplea un motor de gasolina e-Skyactiv PHEV de cuatro cilindros como el que monta el Mazda CX-5, que desarrolla una potencia de 191 CV y 261 Nm de par máximo.
El bloque de gasolina se combina con un propulsor eléctrico de 129 kW (175 CV) de potencia y 270 Nm de par a 4.000 rpm. Uniendo ambos motores, el CX-60 híbrido enchufable desarrolla una potencia de 327 CV y un par máximo de 500 Nm gestionados por una transmisión automática de ocho velocidades sin convertidor de par y un sistema de tracción a las cuatro total i-ACTIV AWD.
Una batería de 17,8 kWh permite homologar una autonomía en modo eléctrico de hasta 63 kilómetros, que pueden ser 68 kilómetros si se circula solo en ciudad. El CX-60 PHEV pasa de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos y registra una velocidad máxima de 200 km/h con un consumo homologado de 1,5 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 33 g/km. Además, tiene una capacidad de remolque de 2.500 kilos.
Motores de seis cilindros
Un apartado en el que ha innovado Mazda y ha ido en sentido opuesto a la tendencia del mercado, que aboga por el downsizing (reducción de cilindrada), son los motores de seis cilindros en línea. Concretamente, el CX-60 está disponible con dos mecánicas de estas características. Por un lado, un diésel e-Skyactiv D de 3.3 litros que desarrolla 200 CV y 254 CV, ambos con la transmisión automática de ocho velocidades.
El motor diésel de menor potencia integra tecnología M Hybrid Boost de 48 V (un motor eléctrico con 153 Nm de par), lo que permite homologar un consumo medio de 4,9 l/100 km y unas emisiones de solo 127 g/km. Mientras tanto, la versión más potente alcanza los 550 Nm de par (450 Nm la versión de 200 CV), cuenta con la misma tecnología híbrida ligera y consigue un consumo medio de solo 5,3 l/100 km con unas emisiones de 139 g/km.
Mientras que el motor diésel de seis cilindros será el segundo en sumarse a la gama del nuevo Mazda CX-60, también habrá una versión de gasolina e-Skyactiv X de 3.0 litros con seis cilindros en línea. Por el momento, las prestaciones, consumos y emisiones de esta mecánica de gasolina no han sido anunciados, aunque el motor ofrece una aceleración suave y un sonido atractivo.
Tracción trasera o total
El Mazda CX-60 ofrecerá versiones de tracción trasera o total una vez se sume a la gama el motor diésel de seis cilindros. Concretamente, el CX-60 e-Skyactiv D de 200 CV estará disponible con un sistema de tracción trasera, mientras que la versión de 254 CV estará ligada al sistema de tracción total i-ACTIV AWD de Mazda.
Ambos propulsores equipan la mencionada caja de cambios automática de ocho velocidades sin convertidor de par que se caracteriza por un cambio suave y preciso, con pasos de marcha claros y fluidos, y un amplio rango.
Tecnología y sistemas de seguridad
El nuevo Mazda CX-60 es un portento de la tecnología. La compañía japonesa ha implementado multitud de novedades destinadas a satisfacer las necesidades de sus clientes y a ofrecer los más altos estándares de calidad y confort a bordo. Así, sistemas como el de reconocimiento facial, el Head-Up Display de gran tamaño, el cuadro de instrumentos TFT-LCD de 12,3 pulgadas y el sistema de información y entretenimiento con pantalla de 12,3 pulgadas con la última versión de Mazda Connect, que integra Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos, forman parte de su extenso equipamiento tecnológico.
Otras tecnologías están diseñadas para mejorar la conducción y el comportamiento dinámico del SUV de Mazda. Destacan el selector Mazda Intelligent Drive (Mi-Drive) con cinco modos de conducción: Normal, Sport, Off-Road, Towing y EV (solo en versión PHEV). También ofrece un sistema de frenado regenerativo o el exclusivo sistema Kinematic Posture Control (KPC) enfocado en la configuración de la suspensión para facilitar unos movimientos más suaves de la carrocería y una mayor estabilidad en las curvas, incluso a altas velocidades.
Por último, la seguridad es un apartado importante dentro de Mazda y la compañía ha implementado una serie de tecnologías de asistencia a la conducción dentro del paquete i-Activsense:
- Monitor de visión 360º (See-Through View)
- Sistema avanzado de asistencia a la frenada en ciudad con función de detección de peatones, ciclistas e intersecciones
- Asistencia a la frenada trasera con detección de peatones
- Alerta de cambio involuntario de carril con asistencia a la dirección
- Control de ángulo muerto con alerta de tráfico trasero
- Reconocimiento de señales de tráfico
- Control de crucero adaptativo con función Stop and Go
- Control de crucero adaptativo inteligente
- Asistente de arranque en pendiente
- Detector de fatiga
Cuatro niveles de acabado
Por último, entre las características del Mazda CX-60 se encuentran los cuatro niveles de acabado que conforman su gama y han sido diseñados en base a unas especificaciones concretas:
- Prime-line: es la versión de acceso a gama con un diseño más robusto. Incluye llantas de aleación de 18 pulgadas, acabados interiores compuestos por materiales sostenibles, tapicería de tela y detalles en aluminio, así como elementos de equipamiento destacados como elevalunas eléctricos, climatizador bizona, cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, pantalla central de 12,3 pulgadas, radio DAB con 8 altavoces, Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos, navegador y control de crucero automático.
- Exclusive-line: el acabado intermedio presenta detalles exteriores en negro brillante con llantas de 20 pulgadas, así como un interior de piel sintética de cuero negro. Incluye Head-Up Display, asientos delanteros y volante calefactados, asiento del conductor con reglaje eléctrico en 10 posiciones, calefacción y restauración automática de ajustes; e iluminación de ambiente.
- Takumi: mucho más sofisticado, el segundo acabado superior del Mazda CX-60 luce llantas de 20 pulgadas, acabados en negro brillante y metálicos, un interior de cuero blanco nappa, madera natural y tejidos de alta calidad. Entre su equipamiento destaca el pack Confort (iluminación de ambiente trasera, volante de cuero negro con costuras blancas y ajuste eléctrico), y el sistema de personalización del conductor.
- Homura: la versión tope de gama dentro de los niveles de acabado del CX-60 luce unas llantas de aleación aerodinámicas de 20 pulgadas en negro metalizado combinados con detalles en negro brillante presentes en la parrilla, el marco, los emblemas laterales, los retrovisores y las salidas de escape. También cuenta con un interior en negro con tapicería de piel de serie y molduras de puertas con iluminación de ambiente. El equipamiento de serie es idéntico al del Exclusive-line con el pack Comfort.