Renault 5 GT Turbo
Aunque en su día ya explicamos que el mito del turbo del Renault 5 que se disparaba al reducir era solo eso, un bulo, su sucesor, el Renault 5 GT Turbo tenía fama de coche peligroso de conducir precisamente por la violencia con la que entraba en escena el turbo. Esto hacía del pequeño hatchback francés un coche para el que no todos los conductores estaban preparados.
Esto se volvía aún peor y más inseguro cuando el R5 GT Turbo en cuestión acababa en manos de conductores inexpertos, especialmente jóvenes que accedían a este modelo como su primer coche. Recuerda que en la época la norma era conducir coches atmosféricos y que los turbos no eran precisamente progresivos, por lo que ese desborde de potencia casi sorpresiva podía pillar desprevenidos a muchos de los que iban sentados tras el volante.