Las carreras de aceleración son ese lugar en el que prácticamente cualquiera puede ir con su coche, ya sea humilde o todo un superdeportivo, a ponerse a prueba, tanto a sí mismo como a su montura. Esto hace que a lo largo del tiempo hayamos visto enfrentamientos de lo más variopintos, lo cuál no es óbice para que sigamos sorprendiéndonos cuando tenemos a VW Beetle situado junto a un Dodge Charger SRT Hellcat en la línea de salida del cuarto de milla.

PRUEBA: Dodge Challenger SRT Demon

A priori no se nos ocurre un enfrentamiento más desigual, puesto que el humilde escarabajo poco puede hacer con su mecánica original contra la bestia que es el muscle car. Sin embargo, sorpresa, o quizá no tanto, la diferencia de nivel no es tanta:

Por un lado tenemos al Dodge, un modelo cuyo motor entrega 717 CV de potencia a las ruedas traseras (al menos en este caso), en las que monta unos neumáticos mayores de lo habitual que deberían mejorar su capacidad de tracción. El fabricante afirma que es un coche capaz de hacer el cuarto de milla en 11 segundos. Sin embargo, quien va al volante consigue incluso mejorar el tiempo al cruzar la línea de meta en 10,7 segundos a una velocidad de 128 mph (205 km/h).

En el carril izquierdo está el Volkswagen, con una pintura rosa que anticipa que lógicamente no es de serie y que consigue completar el sprint en 12,7 segundos a 109 mph (175 km/h). Parece que este Beetle ya corría en los años 80 y que las modificaciones que le han aplicado han hecho que tenga, al menos, 180 CV de potencia, lo que sumado a su ligero peso hace que sea bastante más rápido de lo que podría parecer a simple vista.

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