Que los deportes del motor son harto peligrosos y que en ellos hasta el más mínimo desliz se puede pagar realmente caro es algo que todos sabemos. Precisamente por eso se valora el arrojo y la capacidad de los pilotos, que además de manera puntual nos suelen obsequiar con alguna que otra maniobra simplemente espectacular. En este caso ponemos el objetivo en Josef Newgarden, piloto de la IndyCar, que ha llevado a cabo una de las salvadas del año.

Vídeo: las mejores salvadas de Nürburgring

Los hechos ocurrieron durante la segunda sesión de entrenamientos en el circuito de Barber Motorsports:

Newgarden está terminando la vuelta, en una sucesión de curva a derecha rápida seguida por una a izquierdas, también a alta velocidad, que empalma con la recta de llegada a meta.  Traza la primera bien pero en la segunda, a la salida, se va un poco largo, sacando las dos ruedas derechas de la pista, lo que hace que el monoplaza pierda agarre y el control, yéndose hacia la izquierda.

Sin embargo, el piloto está realmente rápido y muestra su habilidad de manera instintiva: gira directamente el volante a la derecha, contravolantando para corregir la dirección del vehículo mientras frena y, una vez éste vira demasiado hacia ese lado, suelta las manos el volante para que recupere su posición, volviendo a capturarlo una vez cuando ya está en su sitio. Esta maniobra, que es habitual es otras disciplinas (como el drift), aquí cuenta con la dificultad añadida de que el volante está aplanado en los extremos superior e inferior, por lo que no hay “guía” y tiene menos superficie que agarrar, por lo que cuesta volver a cogerlo.

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