Cuando eres una marca con modelos de alto rendimiento en diversos formatos, enfrentarlos entre sí siempre es motivo de regocijo para el público. BMW lleva años creando deportivos de primer nivel y deportivas de la misma alcurnia, algo que se ha hecho todavía más patente con la extensión de su división M a la gama motorrad. Ahora, el fabricante alemán enfrenta a sus BMW M3 y BMW M 1000 RR en duelo de drift.
PRUEBA: BMW M3 Competition (G80)
Bueno, quizá “duelo” sea algo exagerado, puesto que aquí no hay puntuaciones y no gana nadie más que el espectador, pero estaremos de acuerdo en que es un espectáculo:
Quemar rueda “como dios manda” siempre es un arte, pero hay que reconocer que en esta ocasión las herramientas para llevarlo a cabo son de las más propicias que se pueden encontrar en el mercado.
Por un lado, el M3, en su variante Competition, lo que significa que bajo el capó cuenta con un motor 3.0 TwinPower Turbo de 510 CV que envía toda su fuerza al eje trasero (aunque recientemente se ha incorporado la opción de montar tracción integral), lo que le permite cruzarse de lado a lado con facilidad y, cuando decide ir en línea recta, acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos.
Al otro, la M 1000 RR, una superdeportiva de calle con un bloque de 999cc que desarrolla 205 CV, suficiente como para mejorar el tiempo en el sprint de su hermano, bajando el crono hasta los 3,1 segundos.
Huelga decir que para derrapar tanto con uno como, sobre todo, con la otra, hay que tener muy buenas manos, requisito que cumplen con creces los pilotos que están a sus mandos en el vídeo.