El último Pontiac Fiero GT salió de la línea de producción que Pontiac tenía en Michigan el 16 de agosto de 1988. Un día tan emotivo como melancólico para el mundo del motor porque supuso el cierre de la fábrica después de 61 años activa. Ahora los nostálgicos tienen la oportunidad de endulzar aquel sabor amargo porque sale a subasta aquel último Pontiac Fiero GT.

A subasta varios Pontiac Firebird Trans Am de Burt Reynolds

Pontiac era la división con la que General Motors abordaba el segmento de los deportivos y, de paso, lo hacía con un precio razonable teniendo en cuenta las cifras que manejaban sus rivales y el rendimiento de aquellos modelos. Los más petrolhead recordarán la marca por modelos como el Pontiac GTO, el Pontiac Tempest/Le Mans y el Pontiac Firebird, un glorioso pasado que nada pudo hacer para detener la espiral descendente la marca que soportó durante tres décadas hasta que en 2010 echó el cierre definitivo.

Pontiac Fiero GT

El V6 central

La idea original concebía al Pontiac Fiero como un deportivo impulsado por un V6 de aluminio que GM quiso colocar en el centro. Sin embargo hubo un cambio de planes y el Fiero salió al mercado con el motor de cuatro cilindros ‘Iron Duke’ de 2,5 litros, una jugada que les salió redonda: en su primer año de producción se vendieron 136.000 unidades.

Un año después Pontiac decidió recuperar aquella opción que habían dejado a un lado y amplió la gama del Fiero con un V6 central de 2.8 litros. A pesar de la interesante propuesta, este biplaza nunca superó las 90.000 unidades después de aquel exitoso primer año de vida. No obstante, se convirtió en el primer deportivo con motor central producido en serie por un fabricante de Estados Unidos.

Pontiac Fiero GT

Metido en una cápsula del tiempo

La unidad que subastará GAA Classic Cars a principios de noviembre en Greensboro (Carolina del Norte) tiene el honor de ser el último Pontiac Fiero GT que se construyó en la planta de Michigan. En su cuentakilómetros apenas figuran 936 kilómetros e, incluso, su habitáculo conserva los plásticos con los que salió de la línea de producción. Como podéis observar en las imágenes se ha conservado bastante fresco.

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Este Fiero GT, que parece haber vivido los últimos 32 años en una cápsula del tiempo, conserva todas las opciones de fábrica y, por supuesto, tiene bajo el capó el V6 de 2.8 litros de color rojo que transmite su potencia a través de una caja de cambios automática. Tiene toda la documentación y las pruebas que confirman que fue la última unidad que pasó por aquella línea de ensamblaje. El Pontiac Fiero, como todos los coches con una gran historia detrás, tiende a destacar en las subastas así que será interesante ver cuánto ofrecen por él

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