La mayoría de los SUV suspende la nueva prueba de colisión frontal. Así lo confirman los resultados que ha publicado Instituto de Seguros para la Seguridad en Carretera (IIHS) de Estados Unidos, en relación con su prueba actualizada de colisión frontal por solapamiento, centrada en los efectos que produce este tipo de impacto sobre los ocupantes de los asientos traseros.
Según publica CarScoops, en una prueba realizada a 15 SUV compactos actuales, sólo dos superaron la nueva prueba, consiguiendo la calificación de "Good" (bueno): el Ford Escape y el Volvo XC40. En cambio, todos los demás obtuvieron algún tipo de deficiencia y proporcionaron una protección inadecuada en al menos una de las cuatro categorías que analiza el IIHS.
La nueva prueba de la IIHS
El IIHS ha desarrollado una nueva prueba en su test de seguridad, con el objetivo de ofrecer a los consumidores más información sobre la seguridad de los ocupantes de los asientos traseros en caso de colisión. Según la organización independiente, era una prueba que había que añadir, porque los pasajeros de las plazas traseras suelen ser niños pequeños o ancianos, de por sí más vulnerables.
Vídeo: 19 de 20 SUV suspenden la nueva prueba de impacto lateral en los crash test del IIHS
Todos los vehículos elegidos obtuvieron una buena calificación en la prueba, tal y como se realizaba anteriormente. Ahora, la metodología es la misma, pero añade un maniquí en el asiento trasero. Solo dos han podido mantener esa calificación.
Para obtener la calificación de "Good", los sensores de los maniquíes de la segunda fila no debían sobrepasar los límites que indican que existe un riesgo excesivo de lesiones en la cabeza, el cuello, el pecho, el abdomen o el muslo. Los airbags también debían impedir que las cabezas de los maniquíes entraran en contacto con una superficie dura, como las ventanillas o el respaldo del asiento de delante.
Y lo que es más importante, los cinturones de seguridad debían evitar el llamado “efecto submarino”, una situación en la que el ocupante se desliza hacia delante y por debajo del cinturón, provocando lesiones abdominales. La prueba también introduce un nuevo sensor de presión en el pecho para controlar el riesgo de lesiones en el torso.
13 de cada 15 SUV suspenden en la nueva prueba de colisión frontal de la IIHS
Los vehículos analizados han sido el Ford Escape (el Kuga en Europa), el Volvo XC40, el Toyota RAV4, el Audi Q3, el Nissan Rogue (Qashqai en Europa) y el Subaru Forester, el Buick Encore, el Chevrolet Equinox, el Honda CR-V, el Honda HR-V, el Hyundai Tucson, el Jeep Compass, el Jeep Renegade, el Mazda CX-5 y el Mitsubishi Eclipse Cross.
Como explica Sushant Jagtap, ingeniero de investigación del IIHS, “en las colisiones reales, las lesiones torácicas son las más frecuentes en los asientos traseros de los adultos, por lo que se trata de un aspecto clave”.
Esto fue, precisamente, lo que perjudicó la nota del Toyota RAV4. El SUV japonés obtuvo buenos resultados en la mayoría de las mediciones, pero se le restaron puntos porque el cinturón de cadera del pasajero de la segunda fila se desplazó de su posición ideal sobre el abdomen. Al deslizarse hacia abajo, la cabeza del maniquí de pruebas también se deslizó por debajo del airbag de cortina, exponiendo a los ocupantes a un mayor riesgo de lesiones.
El Audi Q3, el Nissan Rogue y el Subaru Forester obtuvieron una calificación "Marginal" en la prueba de riesgo de lesiones torácicas. Por su parte, los nueve vehículos que obtuvieron una calificación "Poor" (pobre) fueron el Buick Encore, el Chevrolet Equinox, el Honda CR-V, el Honda HR-V, el Hyundai Tucson, el Jeep Compass, el Jeep Renegade, el Mazda CX-5 y el Mitsubishi Eclipse Cross.
Los fallos de estos vehículos van desde cinturones de seguridad que ejercían demasiada presión sobre los maniquíes hasta cabezas de maniquíes que acababan entre el airbag y el parabrisas. Incluso, en el caso del Jeep Renegade, la cabeza del maniquí llegó a golpear el pilar C.
