Sí, sabemos que a primera vista el Skoda Slavia resulta muy pero que muy interesante. Pero no, no lo vamos a poder comprar. Y es que se trata de otro de los trabajos de los estudiantes de Skoda, un equipo que año tras año desarrolla un vehículo de forma conceptual que no pasa de eso, un concepto. Pese a ello, nos encanta cada vez que se ponen a trabajar.

PRUEBA: Skoda Scala Style 1.6 TDI 115 CV

El Skoda Slavia hereda su nombre de las primeras bicicletas que fabricaron Václav Laurin y Václav Klement al fundar la compañía en 1895, y su diseño toma cierta inspiración del Skoda 1100 OHC de 1957, el icónico coche de carreras checo. El frontal es idéntico al del Skoda Scala, pero monta un equipo de luces que de noche toma unos trazos diferentes en la parte delantera.

Skoda Slavia, un Scala biplaza y descapotable

Si el frontal es idéntico al Scala, el resto no lo es en absoluto. Tras el pilar A el Skoda Slavia se convierte en un cabrio con sus dos respectivas jorobas y un alerón de generosas dimensiones montado en la tapa del maletero. Justo aquí, la zaga nos muestra una terminación muy estilizada, bastante atractiva, con un difusor que genera músculo en el coche. Lo hacen también las llantas, las cuales son de 20 pulgadas y cuentan con el mismo diseño que las del Kodiaq RS.

Si nos adentramos en su habitáculo nos topamos con un interior donde solo es posible ocupar dos asientos, siendo la configuración de biplaza. El diseño del salpicadero se inspira en los modelos de la marca pero algunos detalles nos introducen en una atmósfera no conocida. Asientos Sparco con arneses de cuatro puntos, sistema de sonido con subwoofer de 2.250 vatios o remates en cuero en palanca de cambios y freno.

Skoda Slavia

Su estructura está reforzada para contrarrestar la pérdida de rigidez de la configuración descapotable. El equipo de frenos es el del Octavia RS y el sistema de escape específico. Su corazón es el 1.5 TSI de 150 caballos de potencia con caja de cambios DSG de 7 velocidades, una configuración que podemos encontrar en el Scala. La tracción, por supuesto, está en las ruedas delanteras.

«El Coche de los Estudiantes proporciona a nuestros aprendices una intensa experiencia entre bastidores con los departamentos de desarrollo y producción de Skoda. Aprender de los expertos de Skoda en varios ámbitos es una experiencia muy enriquecedora para nuestros estudiantes. Por desgracia, la pandemia de coronavirus de este año y las medidas de distanciamiento resultantes y cierre de plantas han limitado estos intercambios hasta cierto punto. También ha tenido un impacto en la capacidad de los aprendices para trabajar juntos durante la fase de construcción final de su vehículo. Sin embargo, su entusiasmo sin límites, su disciplina ejemplar y su adhesión a las amplias medidas de higiene y seguridad ayudaron a nuestros estudiantes a producir un vehículo impresionante», decía Ivo Vollman, instructor de la Academia Skoda.

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