En los últimos años se ha producido un boom en el uso de los llamados vehículos de movilidad personas (VMP), un término que aglutina a las bicicletas (también eléctricas), los patinetes eléctricos, monociclos y demás apartados destinados a la movilidad urbana. Pero, al mismo tiempo, este auge ha provocado un conflicto con los peatones y otros usuarios. He aquí el origen de las rayas verdes y rosas en las carreteras.
Según la DGT, un VMP es un “vehículo de una o más ruedas dotado de una única plaza y propulsado exclusivamente por motores eléctricos que pueden proporcionar al vehículo una velocidad máxima por diseño comprendida entre los 6 y los 25 km/h». A lo que el Reglamento General de Circulación añade que «sólo pueden estar equipados con un asiento o sillín si están dotados de sistema de autoequilibrado”.
El significado de las rayas verdes y rosas colocadas en las carreteras

Seguro que alguna vez te ha pasado que vas andando por la acera de tu localidad y, de repente, un patinete o una bici pasa por el lado, casi rozándote. O, incluso, has sufrido algún tipo de percance con uno de esos vehículos. También ocurre al revés: vas en bici y, de repente, se cruza un peatón por donde no debe o te topas con alguien que está corriendo. O una colisión entre una bici y un patinete.
Estos son los casos en los que los triángulos sí siguen siendo obligatorios
Los escenarios son múltiples pero el origen está en el aumento de los VMP. Salvando las distancias, algo parecido ocurrió a principios de siglo XX, cuando empezó a extenderse el uso del automóvil y aparecieron también los accidentes de tráfico. así que algunos ayuntamientos han comenzado a poner cartas sobre el asunto para garantizar la convivencia entre todos.

Para eso se han creado estas rayas verdes y rosas -las que acompañan a este artículo están en la ciudad de Salamanca-. Como puedes ver en las imágenes, hay un espacio delimitado por una línea verde que indica que es para uso exclusivo de corredores y personas que van en patines. Justo al lado, hay otro espacio, en este caso, más ancho, delimitado por una línea rosa para uso compartido de ciclistas y patinetes. De esta manera, se implementan zonas compartidas en las que, tanto los ciclistas como los peatones y corredores, pueden hacer un uso habilitado y no excluyente.