En un evento privado en el marco de la Monterey Car Week, rodeado del máximo lujo, Rolls-Royce ha presentado a sus propietarios un nuevo modelo que continúa la línea de coches hechos a medida, como el Rolls-Royce Boat Tail -que se convirtió en el coche más caro del mundo-, y el primero de una saga de cuatro Droptail que el carrocero va a construir. Se trata del Rolls-Royce La Rose Noire Droptail.
El Rose Noire Droptail está inspirado en la rosa Black Baccara, una flor intensa y aterciopelada originaria de Francia y muy querida por la madre de la familia comisionista. Según la marca británica, simboliza la destilación de las experiencias más preciadas por sus propietarios, que ejemplifican el saber hacer del más alto nivel.
Rolls-Royce La Rose Noire Droptail, inspirado en la rosa Black Baccara
La carrocería del coche está terminada en dos tonos. El color principal es un granate oscuro llamado True Love, con un brillo nacarado que adquiere diferentes matices dependiendo de la luz. Cinco capas de laca transparente siguen a la capa base, cada una mezclada con un tono ligeramente diferente de rojo. Para conseguir este color, fue necesario un equipo de especialistas para desarrollar un nuevo proceso de pintura, un esfuerzo que requirió más de 150 interacciones hasta perfeccionarlo.
El granate se combina con un acabado oscuro, llamado Hydroshade por su calidad líquida que consigue un efecto de brillo intenso. Las piezas no se pintan. En su lugar, se introduce un electrolito de cromo durante el proceso de chapado para proporcionar un acabado oscuro pero reflectante. Este acabado continúa en todo el interior y se pule a mano hasta conseguir un brillo intenso.
Rolls-Royce crea un Espíritu del Éxtasis más aerodinámico
El Droptail incluye un techo rígido desmontable, largo y muy bajo, diseñado para crear dos aspectos distintivos: cuando está colocado, el Droptail adquiere un aspecto coupé e incorpora una sección de cristal electrocrómico que pasa de opaco a casi translúcido con sólo pulsar un botón. Sin el techo, el Droptail se convierte en un ágil descapotable.
Un reloj único y extraíble
El trabajo artesanal continúa en el interior del vehículo, donde destaca el impresionante parqué, formado por 1.603 triángulos de chapa de madera negra, que representa una expresión abstracta de pétalos de rosa cayendo. El complejo patrón es intencionadamente asimétrico, ya que los clientes querían que representara una dispersión natural y orgánica de pétalos.
La pieza central de este Rolls-Royce es un reloj de lujo único integrado en el salpicadero y extraíble. Un Audemars Piguet Royal Oak concept Split-Seconds Chronograph GMT Large Date de 43 milímetros, que hace juego con los colores de La Rose Noire, incorporando contadores rojos y un bisel interior rojo que proporciona un brillante contraste con la esfera negra realzada con biseles de tono gris. A petición de sus propietarios, el reloj se extrae para llevarlo en la muñeca. Cuando se retira, el hueco que deja en el salpicadero se cubre con otro reloj de titanio en blanco en el que destaca una moneda de oro blanco con un grabado en rosa.