Todo apunta a que Volvo no será la única marca que lance sus coches al mercado con un límite de velocidad predeterminado: desde 2020, los modelos suecos no pueden superar los 180 kilómetros por hora por mucho que sus conductores pisen el acelerador. Tal y como informa Spiegel, Renault y Dacia podrían limitar sus coches a 180 km/h.
La publicación alemana se ha hecho eco de unas declaraciones que Luca de Meo (CEO de la marca francesa) hizo en una reunión que tuvo lugar la semana pasada en París. Allí, delante de los accionistas, hizo especial énfasis en que el exceso de velocidad es a principal razón de las muertes en la carretera.
Safety Coach
Este motivo sería el que habría empujado al italiano a tomar una determinación respecto a la velocidad máxima de los vehículos de Renault. Una decisión que consistiría en fijar un límite en 180 km/h. El mismo medio asegura que Dacia también implementaría la misma medida aunque no se ha precisado si esta norma se aplicaría a la marca deportiva del grupo: Alpine.
Para llevarlo a cabo introducirían una herramienta llamada Safety Coach. Un sistema de control de velocidad automático que ajusta la velocidad del coche de acuerdo con los límites de la carretera y, además, también tiene en cuenta condiciones de la vía como la presencia de curvas peligrosas, el clima o la atención del conductor. Por ahora, no se sabe en qué momento se implementará en los modelos de Renault y Dacia.
¿Una apuesta frecuente?
A altas velocidades el problema es que todas las tecnologías de seguridad que incorporan los vehículos no son suficientes para prevenir lesiones graves y muertes en un accidente. Por eso, no sorprendería que cada vez más fabricantes anunciasen un limitador de velocidad electrónico incorporado a sus modelos.
Lo cierto es que tampoco sin muy numerosas las carreteras en las que se puede circular a altas velocidades sin infringir la ley. En Europa son famosas ciertas secciones de las Autobahn en Alemania que permiten una conducción sin restricciones, pero lo cierto es que muy pocos conductores que compran un coche nuevo realizan una prueba de velocidad máxima en la autopista alemana.