Si hay una marca que suele cuidar con extremo cariño su pasado y su tradición, sin duda, esa es Porsche. ¿No nos crees? Entonces, viajemos hasta el año 2009 con la prueba del Porsche 911 SportClassic, un modelo tan caro como exclusivo, que ‘buceaba’ en el legado de la firma.
Que es exclusivo, queda claro al afirmar que nos encontramos ante una edición especial de la generación 997, limitada a tan sólo 250 unidades en todo el mundo. Que es un caro homenaje, también: en el año 2010, el 911 Sport Classic costaba 222.762 euros. Una cifra con la que hoy podrías comprarte todo un 911 Turbo y aún te sobraría dinero. Poca broma con él…
¿Qué tenía este modelo para ser muuucho más caro que 911 Turbo o GT3 RS de la época? Pues básicamente, diseño. Un diseño endiabladamente clásico, es cierto, que te podía hacer perder la cabeza, si de verdad eres un apasionado de las creaciones del fabricante de Stuttgart.
En cierto modo, el 911 Sport Classic pretendía rendir homenaje a un icono legendario de la casa, como es el (prueba) 911 Carrera RS 2.7 de los años setenta. Algo que queda claro en el alerón trasero, de tipo ‘cola de pato’ y en el que luce orgullosa la inscripción ‘Sport Classic’, o en las llantas de aleación de 19 pulgadas, al estilo de las clásicas Fuchs.
Por si todo esto fuera poco para ‘ocultar’ que nos encontramos ante un simple 911 Carrera S, Porsche siguió trabajando y dotó al modelo de una pintura gris específica, un techo de doble bóveda, dos salidas de escape cromadas que parecen haberse incrustado a la fuerza en el paragolpes y un mayor ancho de vías trasero, que hace que el coche gane bastante presencia.
Desde luego, antes de subirme en él, ya estoy convencido de que voy a ser el centro de atención de propios y extraños. De los más expertos, porque reconocerán al momento un modelo tan especial como el Porsche 911 Sport Classic. Y de los menos iniciados, porque el coche es realmente bonito.
Por dentro, uno se da cuenta de que Porsche se esforzó mucho en que este coche no sólo fuera único, sino también de que lo pareciera. Y para eso, no dejó ni un centímetro del habitáculo sin recubrir de un elegante cuero, acabado en el color Natural Expresso.
PRUEBA: Ford GT V6 3.5 EcoBoost
Pero más allá de este lujoso detalle, lo que verdaderamente te llama la atención, antes de poner en marcha el motor (con la mano izquierda, tal y como mandan los cánones), es la presencia del pomo de la caja de cambios manual, con seis marchas. Vale que el enfoque del coche no es rabiosamente deportivo, ¿pero conoces a alguien que no se divierta con un Porsche manual?
Una vez arrancado el motor, necesitas poco tiempo para darte cuenta de que se ha trabajado mucho en el sonido que llega hasta el habitáculo. Tal vez sea una mala pasada, jugada por el ambiente clásico que rodea al coche. Pero en cierto modo, la melodía parece evocarte a la de los extintos Porsche refrigerados por aire.
Otro rasgo esencial de este Porsche 911 Sport Classic que ponemos a prueba es que el propulsor cuenta con una puesta a punto específica, frente al del 911 Carrera S estándar. De este modo, el bloque 3.8 atmosférico de gasolina gana 23 CV, para alcanzar un máximo de 408 CV. Lo que no está nada mal, para un modelo de propulsión.
Entre las ventajas de que el Sport Classic se vendiera en su día con un equipamiento cerrado, aparece el hecho de que ofrezca unos cuantos ‘juguetitos’ para el conductor, como un autoblocante mecánico trasero, la suspensión con amortiguadores adaptativos PASM o los discos de freno carbocerámicos PCCB. ¿Qué más se podría pedir?
Bastan unos pocos kilómetros al volante para darse cuenta de por qué nos gustaban tanto los motores atmosféricos de seis cilindros en el 911. Más allá de lo bonito del sonido, apurar cada marcha hasta la zona roja del cuentarrevoluciones es una experiencia única y adictiva. En parte, también por lo bien que va el cambio, que propicia unas inserciones rápidas y precisas.
Y así, de cambio en cambio, con una sonrisa en la cara, empiezas a darte cuenta de una cosa: el Sport Classic va endiabladamente bien. Y no tanto por la precisión de la dirección y el tren delantero, algo ya bastante habitual en los 911 de esta época, sino por el curioso efecto que se consigue al combinar la propulsión trasera, un mayor ancho de vías posterior y unos neumáticos posteriores de 305 milímetros.
De hecho, el coche va realmente aplomado y tendrás que provocarle bastante y desconectar la electrónica para empezar a observar cómo empieza a deslizar poco a poco. Algo que hace con especial delicadeza. Digamos que casi va tan sobre railes como un Carrera 4S… pero con un punto extra de emoción.
Junto a la capacidad del equipo de frenos, totalmente infatigable; puede que esto sea lo mejor del modelo, porque el aumento de potencia no es tan radical ni la ganancia de prestaciones tan abrumadora. Aunque no nos engañemos, con 302 km/h de velocidad punta y 4,6 segundos en el 0 a 100, hoy en día, seguimos considerándolo un deportivo de primer orden.
Y poco a poco, situándolo en su contexto y analizando su motivación, empiezas a darte cuenta de que igual no era tan caro. Sobre todo, hoy en día, cuando la firma alemana no para de presentar series especiales, bajo el sello del Porsche Exclusive Manufaktur, que no son comparables al Sport Classic.
PRUEBA: Porsche 911 Speedster (991)
Hablamos de coches con una decoración especial y unos cuantos miles de euros en concepto de extras, repartidos lo largo y ancho de la carrocería y el interior. Sin embargo, el Porsche 911 Sport Classic de esta prueba debe ser considerado diferente a todas esas creaciones modernas, por muchas cosas.
Tal vez, sea uno de los homenajes al pasado más espectaculares que se hayan llevado a cabo, con un precio desorbitado, es cierto, pero también con un aumento de potencia más que razonable y un kit de carrocería fuera de lo normal. Motivos suficientes para que podamos considerarlo uno de los modelos más especiales en la historia de Porsche.
Aquí tienes todas nuestras pruebas del Porsche 911
Ficha técnica Porsche 911 Sport Classic (997) |
Motor |
Cilindrada |
3.800 cc |
Cilindros |
6 opuestos |
Potencia máxima |
408 CV / 7.300 rpm |
Par máximo |
420 Nm / 4.200 y 5.600 rpm |
Alimentación |
Tipo |
Inyección directa
Admisión variable |
Transmisión |
Caja de Cambios |
Manual, 6 velocidades |
Tracción |
Trasera, autoblocante mecánico |
Suspensión |
Delantera |
Tipo McPherson
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora |
Trasera |
Paralelogramo deformable
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora
Control electrónicos PASM |
Frenos |
Delanteros |
Discos ventilado PCCB / 350 mm |
Traseros |
Discos ventilado PCCB / 350 mm |
Dimensiones |
Longitud |
4.440 mm |
Anchura |
1.852 mm |
Altura |
1.290 mm |
Distancia entre ejes |
2.350 mm |
Maletero |
Volumen |
135 litros |
Peso |
Peso |
1.500 kg |
Prestaciones |
Velocidad máxima |
302 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h |
4,6 seg |
Consumo
(NEDC) |
Extraurbano |
7,6 l/100 km |
Urbano |
15,9 l/100 km |
Mixto |
10,6 l/100 km |
Emisiones |
Emisiones de CO2 |
n.d. – Etiqueta C |
Precio |
Precio oficial (2010) |
222.762 euros |