Es un creador de tendencias con estilo y un campeón de la personalización ilimitada. El Opel Adam Rocks llega como un mini crossover urbano de 3,75 metros de largo, con lo que crea en el mercado un nuevo segmento.
Especialmente, el Adam Rocks tiene uno de esos diseños reservados que mejoran el interior y le dan un carisma propio gracias al techo descapotable de lona. Por otra parte está el nuevo 1.0 ECOTEC Turbo de inyección directa que va asociado con una caja manual de 6 velocidades. Este bloque compacto de última generación sorprende por su escaso ruido y vibración. 16.328 euros es lo que cuesta la diversión al volante.
Por dentro y por fuera, el Adams Rocks de la prueba es sinónimo de aventura pura. El revestimiento protector de color antracita subraya su carácter robusto y musculoso. Los elementos protectores de los bajos en plata, tanto en el paragolpes delantero como en el trasero, y el tubo de escape cromado agudizan su diseño. Asimismo, es el campeón de la personalización. Puede adoptar colores tan frescos como sus nombres: Eucaliptus Now, Submarino Amarillo, la Crème de la Crème, la Perla Negra, Pink Kong, la Naranja Metálica, la Villa Verde, el Gran Grisby, el Caballero Oscuro, Espresso de Medianoche o la Lima de la Vida, color de la unidad de prueba. El Opel Adam Rocks también permite personalizar el techo al gusto del comprador.
El habitáculo exhibe un diseño muy presentable. Si se desea, se puede equipar cuero o bandas decorativas de colores. Además, el pequeño Opel ofrece el sistema de información y entretenimiento ‘IntelliLink’, que es fácil de usar y tiene una rápida respuesta. Su funcionamiento cuando está asociado a un smartphone es correcto.
Bajo el capó del Adam Rocks de la prueba se halla el 1.0 ECOTEC Turbo de inyección directa, que ofrece una respuesta adecuada. Este bloque de tres cilindros hecho completamente en aluminio rinde 115 CV y es silencioso y suave. Los límites de velocidad alcanzados en la prueba, realizada en Alemania, rozaron los 200 km/h, superando la punta oficial de 196 km/h. El 0 a 100 lo realiza en 9,9 segundos. Salir de la gasolinera también genera una sonrisa puesto que el consumo medio obtenido ha sido de 5,8 litros.
El chasis -con suspensión McPherson en el eje frontal y de rueda tirada con elemento torsional en el trasero- se ha modificado. La carrocería se ha elevado 15 mm, con lo que se subraya el carácter off-road del urbano y la altura al suelo se incrementa. Así, los resortes han sido apropiadamente afinados, también los amortiguadores, la estabilizadora y la dirección.
El Opel Adams Rock tiene un aspecto ‘potente’ que se acentúa por su anchura. Al mismo tiempo, esto asegura un alto grado de estabilidad y confort en combinación con la distancia entre ejes, que es de 2.311 mm. Toma las curvas de forma precisa, a lo que se suma una caja manual de seis velocidades cuyo juego es muy divertido.
Este miembro de la familia Opel adopta ‘ingredientes’ off-road como las protecciones de los bajos o los laterales, resistentes a la conducción fuera de la carretera, con lo que enfatiza su espíritu masculino, dejando de lado ese "¡Oh, qué dulce imagen!" del resto de la gama –sin contar con el Opel Adam S que probamos-. Pero no solo convence por su apariencia. Gracias a los asientos de banqueta ancha, que también son cómodos, los pasajeros de las plazas delanteras encuentran suficiente hueco. Solo los pasajeros de la fila trasera no estarán muy entusiasmados si la talla del conductor o su acompañante es grande, puesto que el espacio para las piernas se reduce al mínimo.
Prueba: Sarah Grassmann (Auto-Reporter)