El Opel Adam es la apuesta de la marca alemana en el segmento urbano para luchar contra el Mini, el Fiat 500 y compañía. Conducimos la versión más potente en esta prueba: el Opel Adam 1.4 de 100 CV.
A priori, los 100 CV del Opel Adam y sus 1.135 kg podrían hacer pensar que su dinamismo en carretera está garantizado... Pero cuando te pones a sus mandos y pisas el pedal del acelerador, esa sensación cambia. Al ser un motor atmosférico, el par máximo no llega hasta las 4.000 vueltas, por lo que el coche debe ir bastante revolucionado para sacarle jugo a sus 100 CV. Incluso en un régimen alto de vueltas, su empuje se me antoja menor del que había imaginado en un principio.
Uno de los principales 'culpables' de esta falta de brío es el cambio, de relaciones más bien largas. La caja de transmisión cuenta con cinco velocidades, por lo que no existe una sexta marcha más larga que permita un desarrollo más corto en las otras. Además, cuando buscas un poco de viveza por carreteras reviradas y empiezas a usarlo con insistencia, su funcionamiento se muestra lento. La verdad es que es una pena, porque tanto el chasis como la dirección del Opel Adam tienen un tarado más bien deportivo que te incitan a ir con alegría.
Volviendo al motor atmosférico, el hecho de tener que llevarlo revolucionado influye de forma negativa en dos cuestiones: consumo y emisiones. En el primer caso, y aunque la ficha técnica marca unos contenidos 5,1 l/100 km, el gasto real según el ordenador de viaje llega hasta los 6,5 litros sin apurar mucho el acelerador. Y ya sabes, mayor consumo, mayores emisiones... Por ello no le vendría mal alguna motorización turboalimentada que, aunque tuviera una cilindrada menor, pudiera dotar al urbano de Opel de más empuje a bajas vueltas.
En principio estas mecánicas llegarán a medio plazo, así que habrá que esperar hasta entonces. De cualquier forma, si solo le vas a dar un uso urbano, tendrás de sobra para callejear por la urbe. Sus compactas dimensiones te ayudarán a hacerlo, aunque su radio de giro de 10 metros no es de los mejores de su clase. Eso sí, incorpora una tecla con la leyenda 'City', que aumenta la asistencia a la dirección para facilitarte, por ejemplo, maniobras de aparcamiento.
Por lo demás, el Adam es un modelo que ofrece buenos acabados en el interior y unas posibilidades de personalización casi infinitas. Como máximo ejemplo de la 'obesión' por la estética, el Opel Adam de la prueba equipaba un techo estrellado iluminado por 64 LEDs que no puedes encontrar en sus rivales y que puedes montar por 310 euros.
Otro de los novedosos elementos de equipamiento que incorpora este modelo es el sistema Intellilink, que permite utilizar algunas apps de tu smartphone o tablet en la pantalla multimedia de 7 pulgadas (310 euros). Gracias a él puedes controlar las aplicaciones desde el volante o desde la propia pantalla. La conexión se realiza por Bluetooth en el caso de dispositivos Android, mientras que si quieres hacer lo mismo con un iPhone, deberás conectar un cable. Si quieres ampliar más información sobre este sistema puedes echar un vistazo a este post del site Applicantes.
El modelo de la prueba tiene el acabado Slam, cuya función es dotar al Opel Adam de una estética más masculina y deportiva. Su precio es de 15.813 euros, aunque a todo ello hay que sumarle las múltiples opciones de personalización: llantas de 18 pulgadas, acabado exterior bicolor... Por todo esto se puede considerar como uno de los modelos más personalizables del segmento.
Lo mejor
+ Posibilidades de personalización
+ Chasis
+ Estética
Lo peor
- Consumo
- Prestaciones
- Tacto del cambio
Texto: Juan Antonio Corrales
Fotos: Alex Aguilar