A pesar de lo que te pueda sugerir su nombre, no se trata de una nueva generación del monovolumen que la Mitsubishi vendía hace ya unos años. Es un modelo completamente nuevo, que se vende en numerosos mercados del planeta y que ya está disponible en nuestro país. Aprovechando la presentación nacional a la prensa, hemos tenido oportunidad de poner a prueba el Mitsubishi Space Star.
Pero antes de contaros las impresiones que nos ha transmitido durante la prueba el Space Star, vamos a detallar las principales características de este vehículo. Por dimensiones, está a medio camino entre un urbano y un utilitario, pues mide 3,71 m de longitud, 1,67 de anchura y 1,49 metros de altura. Sus principales rivales son el Hyundai i10 y el Toyota Aygo, pero es ligeramente más grande que el coreano (4 centímetros) y significativamente mayor que el japonés (25 centímetros).
El diseño exterior del Mitsubishi Space Star, sin resultar atractivo -algo normal en este segmento-, está bastante logrado. Su aerodinámica carrocería (Cx de 0,27) dispone de un paragolpes delantero que integra luces diurnas de LED, unos pilotos traseros también de LED, un pequeño alerón sobre el portón del maletero y unos retrovisores con intermitentes integrados.
En el interior del Space Star, nos encontramos con unos acabados más que aceptables y con un equipamiento que destaca por su amplia dotación. Tiene capacidad para transportar a cinco pasajeros y cuanta con un maletero con 235 litros de capacidad. El respaldo de la banqueta trasera se puede abatir (60:40) y el espacio para los pies no está condicionado por el túnel de transmisión. También incorpora numerosos elementos de seguridad activa y pasiva, como seis airbags, ABS, control de tracción o el control de estabilidad.
Entre el equipamiento de serie, hay que destacar la presencia de un sensor de iluminación y de lluvia, del sistema de acceso y arranque sin llaves, del control de velocidad de crucero o de la conexión Bluetooth para el teléfono móvil. Además, estas dos últimas funciones se manejan desde un volante multifunción que está forrado de cuero, al igual que la palanca de cambios.
Se oferta con dos mecánicas diferentes, ambas de gasolina y con tres cilindros. La primera es un 1.0 con 71 CV de potencia y 88 Nm de par, con la que homologa un gasto combinado de 4 l/100km con unas emisiones de CO2 de 92 gramos por kilómetro. La segunda y más potente es un 1.2 con 80 caballos y 106 Nm de par, con el que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 11,7 segundos y de gastar 4,1 l/100km de media. La firma japonesa prevé que el 90% de las unidades que se comercialicen en nuestro país equipen este último propulsor.
Sabiendo esto, escogimos para la prueba el Mitusubishi Space Star 1.2 de 80 CV, que resulta 900 euros más caro que el básico (8.600 frente a 9.500 euros) pero a cambio está más equipado y dispone de una mecánica más solvente. Desde los primeros metros se percibe la gran maniobrabilidad de la que hace gala este coche, con un radio de giro de 4,6 metros y una excelente visibilidad, tanto frontal como lateral.
En zona urbana, que es por donde se desarrolló la mayor parte de nuestra prueba, muestra un comportamiento más que adecuado. La mecánica de tres cilindros, aunque no es muy potente, mueve con soltura los menos de 900 kilogramos que pesa este modelo. El sistema Stop/Start apaga es rápido apagando y encendiendo el motor, incluso en paradas breves, lo que ayuda a reducir significativamente el gasto.
En definitiva, tras haber puesto a prueba el nuevo Space Star, os podemos asegurar que es una opción muy interesante dentro del segmento de los urbanos. A su atractivo precio hay que sumar su amplio equipamiento y espacioso interior (siempre teniendo en cuenta la categoría a la que pertenece).