Tras el Jeep Avenger BEV, llega el turno de probar el Jeep Avenger 1.2 Turbo. Un coche que toma la base del primer coche eléctrico de Jeep pero que recurre a un motor de gasolina con 100 CV de potencia y a un cambio manual. Una variante pensada específicamente para mercados como el español, donde los automóviles de combustión aún tienen un papel muy dominante.
De hecho, en 2022 la cuota de ventas de eléctricos puros rozó el 5% mientras que los turismos de gasolina acapararon casi un 42% de las matriculaciones. Por esta razón tiene mucho sentido que Jeep haya decidido lanzar un Avenger de gasolina en nuestro país. De otra forma estaría renunciando a una suculenta parte del pastel a cambio de centrarse solo en un pedazo pequeño y muy disputado.
Eso sí, es una solución temporal y transitoria. Porque tal y como nos han contado los responsables de la marca estadounidense, su objetivo es convertirse en un fabricante con una gama 100% eléctrica para el 2030. Una trayectoria que ya ha comenzado con el Avenger BEV y que a corto plazo continuará con la llegada de tres SUV más de cero emisiones.
Lo bueno es que este Jeep Avenger 1.2 Turbo no renuncia a ninguno de los atributos de su hermano de gama más allá de los propios del sistema de propulsión. Y lo hace además con un coste de adquisición más razonable, porque con un precio de partida de 23.300 euros (sin descuentos), es mucho más barato que el Avenger eléctrico, que arranca en 37.500 euros (también sin descuentos).
Menos potente pero más ligero
La diferencia más evidente entre el Jeep Avenger de gasolina y el de batería es la diferencia de potencia. Porque mientras que el segundo ofrece 150 CV y 260 Nm con la inmediatez de respuesta propia de este tipo de coches, el primero se conforma con unos más modestos 100 CV y 205 Nm de par. Pero ojo, porque al volante ese 50% extra de potencia y ese 26% adicional de par se nota menos de lo que piensas.
Y la razón de esto está en el peso, que es considerablemente inferior en el Avenger 1.2 Turbo. En concreto, son menos de 1.200 kg en vacío frente a los más de 1.600 kg del otro. Una diferencia que al volante ayuda sin duda a disimular la menor potencia y que además aporta ciertos beneficios. Como por ejemplo, un comportamiento dinámico más ágil.
El motor de este B-SUV es un bloque 1.2 de tres cilindros con turbocompresor con una respuesta elástica y un funcionamiento silencioso y agradable. Está asociado a una caja de cambios manual con seis velocidades que, aunque tiene unos recorridos de palanca largos, ofrece un escalonamiento ideal para lograr buenos consumos.
De hecho, homologa un gasto medio de 5,5 l/100km en ciclo combinado (WLTP), una cifra que es posible igualar sin demasiada dificultad en la práctica. Otro aspecto que me ha gustado mucho de este propulsor es que apenas se escucha desde el habitáculo: a bajas revoluciones no lo oirás y solo percibirás un pequeño murmullo cuando estires las marchas.
Lo que si se escucha es bastante ruido aerodinámico a partir de unos 90 km/h. Una circunstancia que también se da en la variante 100% eléctrica y que es consecuencia del diseño de su carrocería. Y por cierto, como el eléctrico, el Avenger de gasolina solo se comercializa con tracción delantera.
Tan atractivo como el eléctrico
Como te decía al comienzo de la prueba del Jeep Avenger 1.2 Turbo, lo bueno de este coche es más allá del motor es que es casi idéntico a su hermano de gama (todo un Coche del Año 2023). Así, nos encontramos con una carrocería de líneas modernas y atractivas que combina elementos propios de todos los modelos de Jeep, como esa parrilla con siete entradas verticales, con características pensadas para un vehículo del segmento de los todocaminos pequeños.
Me refiero por ejemplo a las protecciones plásticas que recorren el perímetro inferior de la carrocería o al hecho de que los faros y pilotos estén bastante resguardados. Soluciones ideales para un coche apto para ciudad y que ayudarán sin duda a reducir la posibilidad de que un pequeño roce se traduzca en una factura de reparación desorbitada.
Un diseño exterior robusto que se combina con un habitáculo igualmente atractivo. Destaca ese salpicadero con una llamativa moldura central, la presencia de sendas pantallas (de 10,25 pulgadas en el caso del sistema multimedia y de entre 7 y 10,25” para el cuadro de mandos) o la impresionante cantidad de huecos portaobjetos que hay repartidos por todos lados.
Otro aspecto que me ha sorprendido es lo habitable que es, especialmente teniendo en cuenta sus dimensiones exteriores. Porque con una longitud de 4,08 metros, una anchura de 1,77, una altura de 1,52 y una batalla de 2,56 metros, ofrece un interior amplio sobre todo en los referente al espacio disponible para la cabeza. Incluso el maletero, con 380 litros, ofrece buena capacidad.
Me ha gustado también que hayan apostado por incorporar botones para algunas de las funciones más importantes, como por ejemplo, el climatizador. De esta forma puedes realizar operaciones sencillas, como variar la temperatura, sin tener que apartar la vista de la carretera. Y lo mismo puedo decir del equipamiento, que puede ser muy extenso y que ya desde el acabado de acceso incluye casi todo lo que uno puede necesitar.
Hay cuatro acabados disponibles: el de acceso, que es el que parte de los mencionados 23.300 euros; Longitude, que cuesta 24.500 euros; Altitude, que parte de 26.200 euros; y Summit, que es el que he probado y por el que piden 28.700 euros. Un coche, el Jeep Avenger 1.2 Turbo Summit, que se diferencia entre otras cosas por sus llantas de aleación de 18”, por su carrocería bitono, por su portón de maletero manos libres o por sus sensores de aparcamiento con cámara de marcha atrás.
En conclusión
El Avenger de gasolina combina la estética y exclusividad de los productos de Jeep con una carrocería pequeña perfecta para entornos urbanos, un habitáculo cuidado y muy tecnológico, un maletero aprovechable y con un motor que sin ser especialmente potente es suficiente para mover el conjunto con cierta soltura y que además destaca por su suavidad de funcionamiento.
A no ser que por tus circunstancias necesites un coche eléctrico o que prefieras este tipo de sistemas de propulsión, la opción más lógica es la del Jeep Avenger de gasolina. Vale que no tiene esa preciada etiqueta Cero (luce una C), pero a cambio es un coche con un precio mucho más razonable sin que por ello pierda ni un ápice de atractivo.
Ficha técnica Jeep Avenger 1.2 Turbo | ||
Motor | Cilindrada | 1.199 cc |
Cilindros | 3 en línea | |
Potencia máxima | 101 CV a 5.000 rpm | |
Par máximo | 205 Nm entre 1.750 rpm | |
Alimentación | Tipo | Inyección directa, turbo e intercooler |
Transmisión | Caja de Cambios | Manual, 6 velocidades |
Tracción | Delantera | |
Suspensión | Delantera | MacPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora |
Trasera | Rueda tirada con elemento torisional | |
Frenos | Delanteros | Disco ventilado |
Traseros | Disco | |
Dimensiones | Longitud | 4.084 mm |
Anchura | 1.776 mm | |
Altura | 1.528 mm | |
Distancia entre ejes | 2.562 mm | |
Maletero | Volumen | 380 litros |
Peso | Peso | 1.257 kg |
Prestaciones | Velocidad máxima | 184 km/h |
Aceleración 0-100 Km/h | 10,6 seg | |
Consumo | Combinado | 5,5 l/100 km |
Velocidad baja | 6,4 l/100 km | |
Velocidad media | 5,2 l/100 km | |
Velocidad alta | 4,8 l/100 km | |
Velocidad muy alta | 5,9 l/100 km | |
Emisiones | Emisiones de CO2 | 124 g/km Euro 6 - Etiqueta C |
Precio | Precio oficial | Desde 23.300 euros |