¿Un deportivo BMW M135i con tracción integral? ¿Sacrilegio? ¿Acierto? ¿Herejía? En esta prueba te contaré cómo se comporta este deportivo bávaro de mecánica turboalimentada y 320 CV en la controvertida variantexDrive.
Lo primero que sorprende, como no podía ser de otra manera, es contemplar la etiqueta xDrive en la parte trasera izquierda. Hasta hace relativamente poco esta tecnología no había ‘tocado’ a los modelos más deportivos de la gama y se había reservado para los X1, X3 y compañía, además de algunas versiones de las berlinas y familiares.
¿Cuál es la ventaja de montar un sistema de tracción integral en un BMW M135i con una mecánica de tres litros y seis cilindros en línea que arroja un par de 450 Nm? Pues precisamente controlar al máximo ese caudal de fuerza para que, cuando pises el pedal del acelerador, no pierdas rueda y salgas catapultado. Según las cifras oficiales, esta versión xDrive consigue realizar el 0 a 100 km/h 0,2 décimas antes que su homólogo de propulsión para conseguir unos números muy interesantes: 4,7″. Este dato cobra especial relevancia teniedo en cuenta que la diferencia de peso entre uno y otro es de 75 kg.
Ahora bien, ¿cómo se traduce esto en el apartado de las sensaciones? Hace alrededor de un año también tuve la oportunidad de probar el M135i, pero en la modalidad de propulsión… y hay una cosa clara: si quieres divertirte y además tienes manos, el binomio propulsión-mecánica potente te va a dar bastante más, sobre todo si desconectas total o parcialmente el control de estabilidad. Quizás con esto no te esté descubriendo nada nuevo, pero dónde realmente quiero llegar es a lo siguiente: con la electrónica conectada y el magnífico comportamiento del cambio automático de ocho marchas, la variante de tracción trasera es muy eficaz, y más teniendo en cuenta que monta unas ruedas específicamente diseñadas para mejor su adherencia en aceleración. Te pongo otro dato como ejemplo: en el primer intento de 0 a 100 km/h que realicé con este modelo el crono se paro en 5,2 s. Como ves la motricidad es muy buena.
Para un uso cotidiano no creo que merezca la pena adquirir la versión xDrive, sobre todo teniendo en cuenta que deberás pagar unos 1.700 euros más que puedes invertir en extras, dinero que te hará falta ya que este modelo, siguiendo la tradición de la familia M, no viene especialmente cargado de equipamiento. Otra cosa muy diferente es que, por ejemplo, subas a estaciones de esquí y necesites un plus de tracción. Aunque, en este caso, sigue siendo un vehículo poco adecuado debido a la anchura de sus ruedas. Para acceder a estos lugares quizás debieras plantearte adquirir unos neumáticos de invierno.
Independientemente del feeling de conducción y la capacidad de tracción, hay una cosa que me ha sorprendido, al igual que lo hizo el modelo de propulsión: el consumo. Si consigues controlar tu querencia por el acelerador (doy por hecho que todo propietario de este coche siente una especial atracción hacia él) pudes lograr unas cifras razonables, alrededor de 8,3-8,4 litros. Un dato impensable en otros tiempos donde lo normal es que los números fueran de dos dígitos.
Por lo que respecta al diseño interior de este BMW M135i xDrive a prueba se pude decir claramente que hay pocas concesiones a la deportividad. Logo M en el volante y umbrales de las puertas, además de en la carcasa del motor. Los discos de freno ventilados también te darán pistas sobre lo que se esconde bajo su capó. La firmeza de la supensión también te anunciará que no estás en un Serie 1 cualquiera.
El precio de este BMW 135i xDrive 5p es de 49.800 euros, una cifra no demasiado abultada si echas un vistazo a sus rivales, pero que puede inflarse sobremanera a poco que te encapriches con el navegador con patalla de 8’8 pulgadas (2.454 euros) o con la tapicería de cuero Dakota (1.714 euros).
Lo mejor…
+ Comportamiento
+ Motricidad
+ Prestaciones
Lo peor…
- Consumo a ritmos elevados
- Suspensión muy firme
- Equipamiento
Texto: Juan Antonio Corrales
Fotos: Álex Aguilar