El Goodwood Festival of Speed 2022 ha sido el lugar elegido para presentar el Prodrive P25, un restomod que rinde homenaje a uno de los modelos más icónicos de la historia de Subaru, el Subaru Impreza 22B.
Salta a la vista el parecido con el original, aunque en realidad, dado los prohibitivo del precio de éste (solo se fabricaron 424 unidades y son un modelo muy buscado por los coleccionistas), la base para la creación es la del Subaru Impreza WRX de dos puertas.
Vídeo: un repaso rápido a la historia del Subaru Impreza WRX STi
En términos generales es bastante reconocible y apenas se han añadido detalles propios. El color azul de la carrocería se combina con la toma de aire del capó, la forma de los pilotos es representativa del clásico, luce un enorme alerón trasero y la guinda la ponen las llantas de 19 pulgadas acabadas en gris en lugar de en dorado y tras las que asoman las pinzas de freno de color rojo.

Muchos componentes de la carrocería están realizados en materiales ligeros, lo que permite contener el peso a 1.200 kilos, haciendo que sea incluso más liviano que el 22B original (1.245 kg). A esto también ayudan los asientos de fibra de carbono o el tipo de batería utilizada.
El apartado mecánico es completamente moderno y tiene como elemento central el motor 2.5 bóxer tetracilíndrico actual de la marca, aunque considerablemente modificado (pistones, bielas, etc.) y con los añadidos de un escape Akrapovic, un turbo Garret y un intercooler para llegar hasta los 406 CV y los 600 Nm de par máximo.

El bloque se combina con una caja de cambios secuencial de seis velocidades y con un sistema de tracción integral, gracias a lo que es capaz de lanzar al P25 de 0 a 100 km/h en menos de 3,5 segundos.
El Prodrive P25 va a ser un modelo realmente exclusivo, tanto por su limitada tirada de solo 25 unidades, como por el precio de cada una de ellas, pues arranca en 460.000 libras, es decir, casi 535.000 euros, antes de impuestos.