Los tiempos están cambiando en la industria del automóvil. La fuerte irrupción del coche eléctrico, impulsada por medidas legislativas favorables, han provocado toda una revolución en un sector que, hasta hace unos años, parecía muy complicado que llegara a experimentar un cambio tan profundo como el que estamos presenciando.
Este cambio, además, es tan profundo que alcanza esferas como el automovilismo deportivo, con la Fórmula E como principal referente, o las MotoE del Campeonato del Mundo de Motociclismo. A estos se une ahora la NASCAR, quien acaba de presentar el primer coche eléctrico de su historia con una impresionante potencia de 1.360 CV.
Una colaboración con varias empresas involucradas
El vehículo es el resultado de una colaboración entre ABB y NASCAR, donde también participaron Chevrolet, Ford y Toyota. Por ahora es un prototipo, pero está basado en un chasis Next Gen modificado y cuenta con una carrocería tipo crossover “genérica” hecha de un compuesto sostenible a base de lino. No por ser ecológico deja de ser radical en términos de aerodinámica, como demuestra su descomunal alerón trasero.
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Sin embargo, lo más interesante ocurre a nivel interno. El primer NASCAR eléctrico cuenta con un sistema de propulsión compuesto por tres motores eléctricos, de los cuales dos están ubicados en el eje trasero. El resultado es una potencia combinada de 1.000 kW (1.360 CV), los cuales son alimentados a través de una batería de 78 kWh que se recarga (en parte) gracias a un sistema de frenado regenerativo.
El sistema de propulsión es nuevo, pero los motores son unidades STARD UHP de 6 fases como los que equipa el Ford F-150 Lightning SuperTruck que ganó hace tan solo unos días la carrera de Pikes Peak con un increíble tiempo de 8 minutos y 53,553 segundos. En el caso del modelo de NASCAR, viene equipado con un sistema de dirección, suspensión, frenos y ruedas con neumáticos especiales Goodyear derivados de los coches oficiales que actualmente compiten en el campeonato.
Aunque esto puede parecer un primer paso para la electrificación de la NASCAR, los organizadores aseguran estar “comprometidos con el papel histórico del motor de combustión en las carreras”. Sin embargo, también están “comprometidos con la descarbonización de sus operaciones y la reducción de su propia huella de carbono a cero en sus operaciones principales para 2035 a través de la electrificación y soluciones innovadoras”.