Los concept cars deben ser atípicos, únicos, avanzados a su tiempo y con innovaciones que aún no se pueden encontrar en coches de producción en serie. Los hay de todo tipo, desde los que son estudios de diseño para mostrar al público cuál será el lenguaje estilístico que seguirá la marca en el futuro hasta un método para demostrar a la competencia cuál es su verdadero potencial. El Porsche Panamericana Concept de 1989 es una mezcla de ambos, un extraño prototipo multifuncional que la firma de Stuttgart presentó al público en el Salón de Frankfurt de ese mismo año.
A finales de los años ’80, Porsche sorprendió a medios y fans con un concept car tan extraño como peculiar. El Panamericana Concept se basó en el Porsche 911 Carrera 4 (964), adelantando algunos rasgos estilísticos de los futuros modelos de la marca. Sin embargo, tenía algunas características que se alejaban de lo que suelen fabricar en Zuffenhausen, como el hecho de que era una especie de buggy con tracción las cuatro ruedas y las prestaciones de un superdeportivo de la época.
Porsche Panamericana Concept (1989): el extraño prototipo multifuncional de Porsche

Empleando materiales ligeros como el plástico y la fibra de vidrio, los ingenieros de Porsche crearon una carrocería realmente llamativa. A simple vista, el Panamericana distaba mucho de lo que era el 964. Contaba con un frontal afilado, faros redondos que le otorgaban cierta mirada bizca, unos grandes intermitentes separados y entradas de aire en el diminuto parachoques que no llegaba a cubrir del todo la sección delantera del vehículo.
Porsche 928-4, el progenitor del Panamera Sport Turismo
Las aletas tampoco bordeaban las ruedas por completo, sino que más bien las cubrían como una especie de guardabarros todoterreno. Los pasos de rueda eran muy anchos, especialmente en la parte trasera, donde vemos un característico grupo óptico que recorre todo el ancho de la carrocería, un capó con salidas de aire y una luneta muy inclinada que le daba continuidad al techo de tela impermeable que se podía retirar mediante un sistema de cremalleras.

Una vez eliminado, el Porsche Panamericana Concept (1989) pasaba a ser un targa que conservaba los pilares y una estructura que unía la luna delantera con la parte trasera de la carrocería. Dentro había una pareja de asientos deportivos con arneses de seguridad y un salpicadero que, en esencia, se había extraído directamente del Carrera 4.
La carrocería estaba bañada en una llamativa pintura de color turquesa y se combinaba con grandes llantas integradas en unos amplios guardabarros que permitían equipar tanto neumáticos de carretera como de todoterreno. El conjunto lograba un peso de poco más de 1.400 kilos y un coeficiente aerodinámico de tan solo 0,30 CX.
Un regalo muy especial

Bajo el capó, el Panamericana Concept estaba dotado con un motor bóxer de seis cilindros y 3.6 litros de aspiración natural que desarrollaba 250 CV de potencia y 310 Nm de par. El bloque estaba ligado a un cambio manual de cinco velocidades que enviaba toda la energía a un sistema de tracción a las cuatro ruedas electrónico. Según Porsche, el prototipo pasaba de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y registraba una velocidad máxima de 260 km/h.
Por supuesto, el Porsche Panamericana Concept de 1989 jamás pasó de la fase de prototipo. La compañía empleó el único ejemplar jamás fabricado primero como fuente de inspiración para diseñar la siguiente generación de vehículos de la marca y, segundo, como regalo a Ferry Porsche por su 80 cumpleaños.