Opel celebra en 2020 los 50 años de dos coches, dos hermanos que nacieron en 1970 y llegaron para cubrir las necesidades de un público bastante diverso: el Opel Manta, un coupé de aspecto dinámico, centrado en un público joven; y el Opel Ascona, comercializado tanto en formato berlina como ranchera y que, manteniendo el dinamismo de aquel, ofrecía un importante plus de versatilidad.
Situados en el segmento medio, el Ascona se colocó dentro de la gama del fabricante alemán entre el Kadett y el Rekord, inicialmente disponible como berlina con carrocería de dos y cuatro puertas, pero que no tardó en incorporar también la variante Caravan, que añadía una mayor capacidad de carga.
Su diseño era bastante sencillo, pero sus proporciones transmitían una gran sensación de atletismo. En su frontal destacaba la ancha parrilla rectangular y los faros circulares insertados en marcos cuadrados. Predominaban las líneas rectas y una caída de techo que garantizaba espacio para la cabeza en las plazas traseras.
Se lanzó al mercado con un motor 1.6 de 68 CV que en la versión S aumentaba su potencia hasta los 80 CV en su variante S llegaba hasta los 80. Al año siguiente, en 1971, se sumaron a la gama los Ascona 1.9 S y Ascona SR, este con la opción de montar un propulsor de 1,9 litros y 90 CV. Por último, en el 72 completó la familia una variante de acceso, que se conformaba con un motor 1.2 de solo 60 CV.
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Mención especial hay que hacer del Ascona SR, que en el 74 ganó el Europeo de Rallyes con Walter Röhrl y Jochen Berger a sus mandos. Tal fue el éxito que al año siguiente participó en el Mundial de Rallyes, consiguiendo la primera victoria para Opel en el campeonato al ganar el Rally de Acrópolis.
El camino del Opel Manta fue parejo. Su diseño era algo más deportivo, con un capó más curvo, dobles grupos ópticos en el frontal y una caída de techo más estilizada. A pesar de su concepto algo más de nicho que el de su hermano, fue un éxito de ventas, matriculando 56.200 unidades en su primer año de vida y alcanzando un total de 498.553 durante su vida comercial.
Se lanzó con el mismo motor de 68 CV y también contaba con una versión S de 80, a los que más adelante se sumó el 1.9 de 90 CV y el pequeño 1.2 de 60. Sin embargo, recibió una variante exclusiva de corte deportivo, el Manta GT/E, que apareció en el 74 equipando un propulsor 1.9 de 105 CV.