Aunque creamos que es algo de ahora, la industria del automóvil ha trabajado en diferentes soluciones para mejorar la eficiencia de los vehículos, prácticamente desde bien entrado el siglo XX. Ya en los 70, la crisis del petróleo y la preocupación por el medio ambiente pusieron el foco en la necesidad de reducir el consumo de combustible. En este sentido, hace 30 años Opel realizó un interesante prototipo de su popular Corsa que aumentaba la eficiencia en un 22%, con respecto al modelo de serie: fue el Opel Corsa A Eco3 Prototype.

Ahora que el utilitario alemán está de aniversario, ya que cumple nada menos que 40 años, es un buen momento para recordar uno de sus prototipos más raros. Si hace poco te mostrábamos el Opel Corsa Spider, que fue presentado en 1982, incluso antes del Corsa de producción, hoy traemos este Opel Corsa A Eco3 de 1992.

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Este prototipo se remonta a 1992. En aquel entonces, la Unión Europea ya empezó a preocuparse por la contaminación de los automóviles, por ejemplo, obligando a instalar catalizadores a finales de los 80, y otros sistemas que irían llegando en los años siguientes. Aquel año de la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, el Salón de Ginebra acogió la presentación del Corsa más eficiente del momento, equipado con un motor turbodiésel y una serie de modificaciones, tanto en la mecánica como en la carrocería que reducían el consumo de gasóleo de manera notable.

Opel Corsa A Eco3 Prototype (1992): el primer Corsa “e” antes del eléctrico

Opel Corsa A Eco3 Prototype

A principios de la década de los 90, muchos fabricantes ya empezaban a preocuparse por reducir el consumo de combustible y las emisiones. En 1992, Opel demostró sus esfuerzos en este aspecto con un prototipo del Opel Corsa, desarrollado sobre la base de la versión con motor 1.5 litros turbodiésel, cuyo consumo mixto era de 5,1 litros a los 100 kilómetros.

Con el Corsa A Eco3, la marca del rayo se fijó un objetivo: reducir el consumo en ciclo combinado en un 22%, hasta los 4 litros a los 100 kilómetros. Para ello, los ingenieros alemanes realizaron numerosos cambios, tanto en el tren motriz como en la carrocería.

Cambios en el motor y la transmisión

El motor era un bloque de cuatro cilindros turbodiésel de 1.5 litros, al que se le redujo la presión del aceite, se utilizó aceite sintético, tanto para el motor como para la transmisión, y se le instaló un sistema de arranque y parada, similar a los actuales Start&Stop, que apagaba el motor al ralentí. Para reactivarlo, había que presionar ligeramente el pedal del acelerador. El motor desarrollaba 72 CV de potencia a 4.600 rpm y 143 Nm de par, a 2.600 rpm.

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Para lograr una mejor eficiencia del motor, se agregó un enfriador de aire, lo que permitió aumentar la potencia y el par. También se realizaron modificaciones en la caja de cambios para reducir más el consumo: la relación final se cambió de 3,74 a 3,42 y la quinta marcha de 0,71 a 0,63.

Carrocería más aerodinámica

Para mejorar la eficiencia, es clave la resistencia aerodinámica. El Opel Corsa A Eco3 Prototype alcanzó un coeficiente aerodinámico de 0,33, gracias a un paragolpes delantero más grande, con el borde de goma de 40 milímetros, un paragolpes trasero con un borde lateral que canalizaba mejor el flujo de aire, unos faldones laterales, unos espejos retrovisores optimizados, unos tapacubos específicos, la ausencia de raíles del canalón y una altura rebajada en ocho milímetros.

Además, Opel montó unos neumáticos radiales con poca fricción, desarrollados por Goodyear, que reducían en un 50% la fricción de la rodadura con el asfalto, debido a la mezcla especial de la banda y el caucho.

 

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