Hay personas que plantean respuestas a preguntas que nadie se ha planteado siquiera, y acaban dando con algo espectacular. Pongamos por ejemplo: “¿Qué pasaría si el Nissan GT-R, además de una bestia del asfalto, también lo fuera en pista rota?”. La respuesta es el salvaje Nissan GT-R Offroad “Godzilla 2.0” que ha puesto a la venta Classic Youngtimers Consultancy por 95.000 euros.
Así sería el Nissan GT-R50 con motor central
Aunque la cantidad parezca algo elevada, tengamos en cuenta que, primero, el precio del Nissan nuevo anda por cifras parecidas; segundo, con 46.500 kilómetros a sus espaldas todavía le queda mucho trote por dar; y, tercero, se trata de un vehículo hecho a medida, por lo que tiene un plus de exclusividad.
El GT-R ya es un coche de imagen “bruta” de por sí, pero en este caso se ha llevado a un nuevo nivel, eso sí, siguiendo la máxima de “la forma sigue a la función”. El objetivo es que fuera más capaz una vez saliera del asfalto, así que le han instalado una suspensión que aumenta en 120 milímetros su distancia libre al suelo, también le han procurado unas ruedas más grandes y apropiadas para el ‘off-road’, lo que ha implicado crear unos pasos de rueda específicos.
Se han decantado por un vinilo de camuflaje militar, aunque destacan más elementos como el soporte superior que permite llevar una rueda de repuesto o la potente barra de LED superior que proporciona luz extra en condiciones nocturnas.
Bajo el capó mantiene el conocido motor 3.5 V6 biturbo, pero ha sido potenciado (no especifican de qué manera) para pasar de los 485 CV de serie hasta los 600 CV, igualando los guarismos de la versión Nismo del modelo. Ahora bien, dado que el Nissan GT-R Offroad “Godzilla 2.0” pesa más por los añadidos, su tiempo en el 0-100 km/h debería ser algo mayor que los 2,8 segundos que marca aquel.