Bugatti es sinónimo de lujo en muchos aspectos. Lógicamente, los coches son el principal, pero cualquier producto que lleve su sello, es extremadamente caro: véanse los coches de juguete a escala, sus relojes… o sus mansiones. Bugatti Residences es el complejo de la marca en Dubái y acaba de estrenar un nuevo vecino: Neymar, que ha comprado una propiedad por 55 millones.
El futbolista brasileño se ha convertido en embajador de un proyecto que se anunció hace más de un año y que se ha traducido en la construcción de dos torres unidades entre sí, situadas en el centro de la ciudad y con todo el lujo que uno pueda imaginar, y más.
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Tendrá 46 alturas, con 171 mansiones y 11 penthouses, todas ellas con un ascensor conectado con el garaje, para poder subir el coche a casa. Las más baratas, por llamarlas de alguna manera, arranca en 4,9 millones de euros, pero las hay mucho más caras.
Las que más destacan en este aspecto son las penthouses de la colección Sky Mansion, una de las cuáles se ha comprado el propio Neymar.
Como cada casa es única, no se sabe a ciencia cierta qué es lo que tiene la del astro brasileño, pero entre los elementos más destacados están una playa artificial con arena real, piscinas privadas o un servicio de chófer; pasando por cosas más “normales” como jacuzzi, sauna, spa, un club privado o una cocina en la que trabajarán chefs de primer nivel.
Cuando se inauguró el edificio, Mate Rimac, director ejecutivo de Bugatti, comentó: “Ettore Bugatti vivió según sus principios en todo lo que hizo en su vida. Llegó tan lejos que muchas de las cosas que le rodeaban no le gustaban, así que las diseñó él mismo. Hizo su propia máquina de pasta, sus propios cubiertos, su propia bicicleta e incluso sus propios zapatos. Eso es algo que queríamos traer a Dubái, esa auténtica magia de Molsheim”.