Han pasado ya tres semanas de la gota fría que provocó las increíbles inundaciones en numerosos pueblos de la Comunidad Valencia y los problemas siguen a la orden del día, concretamente, en lo que respecta a los automóviles destruidos. Tanto que se ha detenido el achatarramiento de coches en Valencia después de que cientos de ellos acabaran desguazados sin la autorización de sus propietarios.
Es una sólo una muestra del caos que se vive todavía en los pueblos del sur de Valencia, terriblemente afectados por la DANA del pasado 29 de octubre. Todos hemos visto las imágenes de cientos de coches apilados en calles y avenidas de esos municipios, lo cual dificultaba el tránsito normal, tanto de personas como de vehículos de asistencia, etc. Así que una de las prioridades era retirar todos esos vehículos.
Se detiene el achatarramiento de coches en Valencia
El problema es que esa retirada se ha hecho de manera arbitraria y poco ordenada. Y lo que es más importante, sin la autorización de sus propietarios en algunos casos. La orden de retirada y achatarramiento de los vehículos en la vía pública corresponde a los ayuntamientos de cada localidad y no están respetando los plazos de retirada previstos en cada caso, según informa el diario El Debate.
Normalmente, los servicios municipales retiran los coches de las calles después de que permanezcan en el sitio entre una y dos semanas y los trasladan al depósito. Allí se quedan uno o dos meses y, si en ese tiempo no consiguen contactar con el propietario, entonces se procede al achatarramiento. Los gastos corren a cargo del titular del vehículo, tanto la retirada como el achatarramiento e, incluso, los días de estacionamiento.
El 98% de los 120.000 vehículos afectados por la DANA irán al desguace, según la DGT
Una de las empresas con más prestigio en el sector es López Soriano, que ha recibido la autorización del ayuntamiento de Catarroja, una de las localidades más afectadas, para retirar los vehículos y colocarlos amontonados en unas campas para su posterior achatarramiento, evitando así el traslado de los coches, además de problemas de incendios o de tipo ecológico.
Un procedimiento que no respeta los plazos
El procedimiento requiere el vaciado de líquidos, aceite, combustible y líquido de baterías para evitar vertidos medioambientales, la comprobación del número de bastidor y la matrícula de cada vehículo y fotos que acompañen al certificado de achatarramiento para su propietario. Sin embargo, muchos coches se han achatarrado sin autorización del dueño, que se ha enterado una vez que se ha convertido en un mazacote de hierro.
Esto supone un problema, porque esos coches no se han peritado previamente, lo cual puede provocar problemas a la hora de calcular las indemnizaciones. La Asociación Española de Desguaces y Reciclaje del Automóvil (Aedra) ha manifestado su queja, no sólo por el desconocimiento de los propietarios, sino también porque el proceso no se está realizando en instalaciones adecuadas y con las medidas de seguridad necesarias.
Foto destacada: DGT.