Con el Salón de Tokio 2019 en marcha, las marcas pujan por ser el centro de las miradas y atraer todos los flases. Mitsubishi se ha asegurado una buena ración de los mismos con el Mitsubishi MI-Tech Concept, un prototipo de SUV cruzado con un buggy y que tiene en su turbina de gas uno de sus puntos más destacados.
Como en concepts anteriores, el lenguaje de diseño es muy reconocible, con un aspecto robusto y sólido, que exhibe músculo sin pudor y que tiene en el Dynamic Shield su elemento central, partiendo de la parrilla carenada los finos grupos ópticos y las prominentes protecciones inferiores. Sin embargo, aquí comparte protagonismo con el hecho de tener la estructura propia de un buggy, eliminando tanto techo como puertas. Las llantas tienen un gran tamaño y están envueltas en neumáticos de perfil bajo, mientras que la altura libre al suelo es considerable para facilitar el rodar fuera del asfalto.
El habitáculo es de corte minimalista, con un salpicadero limpio en el que, salvo por el volante achatado en ambos extremos, el pequeño cuadro de instrumentos digital y seis botones analógicos, no hay nada más. Mención especial merece el parabrisas, puesto que la luna ejerce de HUD en toda su extensión, mostrando todo tipo de información.
Otro aspecto donde destaca el Mitsubishi MI-Tech Concept es en el empleo de un sistema de propulsión poco convencional, reemplazando el motor tradicional por una turbina de gas que entrega un a gran potencia (aunque no se ha concretado cuánta) y puede funcionar con tres combustibles diferentes: diésel, alcohol y queroseno. Se combina con un sistema de tracción integral (un motor acoplado a cada eje) que permite mandar toda la potencia a determinadas ruedas en función de la situación.