Toyota 3S-GTE

Puede que estés de acuerdo, o que no lo estés, pero aunque el Toyota Supra A80 fue un coche espectacular, creemos que no es el mejor deportivo fabricado por la firma nipona. O por lo menos no el mejor de su época. Ese honor pertenece, desde nuestro punto de vista, al MR2 de segunda generación y al (prueba) Toyota Celica GT-Four.
Este último nos gusta especialmente debido a su motor sobrealimentado por turbo. Se llama 3S-GTE y entrega más de 200 CV de potencia a partir de un bloque con una cilindrada de 2,0 litros.