Es posible que, de toda la interminable lista de coches que se han fabricado en la historia, hay uno que os encante, uno que sea vuestro objeto de deseo, uno que, con suerte, quizá lleguéis a poseer algún día. Pero el protagonista de esta historia ha llevado su pasión a otro nivel, consiguiendo la mayor colección de Volkswagen Golf del mundo, nada menos que 114 ejemplares de todo tipo.
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Este héroe para los fans del ‘golfito’ se llama Josef Juza y es austriaco. “Cuando me senté en un Volkswagen Golf por primera vez, simplemente tuve la sensación de que este coche había sido fabricado solo para mí. La posición del asiento, la diversión al volante, su versatilidad en el día a día, todo era exactamente como me gusta”, explica.
Conforme el “Golf Pack”, que es como llama a la mayor colección de Volkswagen Golf del mundo, en alusión a “Wolf Pack” (manada de lobos); iba creciendo, se dio cuenta de que tenía un arsenal en el que contaba con un ejemplar que se adaptaba a cada situación: conducía un Caddy en su día a día, en invierno se ponía al volante del Country, se divertía con un GTI y disfrutaba del verano en un Cabrio. “Mi punto de vista básico era: el Golf apropiado para momento”, apunta.
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Pero a pesar de su amor a primera vista y de hacer se con alguna que otra unidad aquí y allá, el comienzo de la colección no tuvo lugar hasta mediados de los años 90, cuando se hizo con un ejemplar del modelo original con frenos de tambor. No le hacía falta para nada, pero le sirvió para darse cuenta de que podía ampliar su garaje de manera sencilla, ya que su pasión estaba por todas partes: “Solo tenía que echar un vistazo rápido a internet y rápidamente encontraba otro gran vehículo a un coste prácticamente nulo. Normalmente el transporte era más caro que el precio del vehículo”.
Fue así como todo se puso en marcha, consiguiendo un garaje que fue creciendo con el tiempo (aunque ya no busca modelos de manera activa) con versiones lujosas, otras enfocadas al confort, otras para competir… y algunas rarezas que es difícil llegar a ver nunca. Hablamos, entre otras muchas, de una unidad de pre-producción que contaba con puertas deslizantes, un CitySTROMER completamente eléctrico, un Eco-Golf, de la caja dos, que sirvió para probar la tecnología Start/Stop; dos variantes del Caddy con escalera en la zaga (solo se fabricaron tres), Golfs autocaravanas, una unidad con un millón de kilómetros a sus espaldas…
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Hay que reconocer el mérito a Josef Juza, ya que se encarga de la colección él solo, sin ningún equipo de mecánicos ni ayuda. Además, los conserva en el estado original. Su objetivo está muy claro: crear su propio museo con los 114 Golf, ya está planeado y buscada la ubicación para poder exhibirlos al público aunque, eso sí, aquellos que quieran ver la mayor colección de Volkswagen Golf, tendrán que esperar un poco ya que no abrirá sus puertas al público hasta primavera de 2019.