Coincidiendo con el estreno de la última entrega de James Bond, 'No time to die', queremos recordar a uno de los coches más espectaculares que han protagonizado las películas de 007, el Lotus Esprit Series 1 Submarino, conducido por Roger Moore.
Es habitual que el agente secreto más famoso utilice todo tipo de gadgets para terminar con éxito las misiones que le encomienda ‘M’, incluido todo tipo de vehículos con los que consigue salir de las situaciones más difíciles. Y uno de los coches más impresionantes fue el Lotus Esprit Series blanco que se transformaba en un submarino y era capaz de avanzar bajo el agua.
Lotus Esprit Series 1 Submarino de James Bond
Roger Moore condujo el Lotus Esprit en la película ‘La espía que me amó’, una de las mejores de la saga. Este coche encabeza normalmente las encuestas que preguntan a los fans de las películas de James Bond, pertenecientes a diferentes generaciones, para que voten por sus coches favoritos de toda serie.
Como es habitual en los vehículos de 007, el Lotus estaba equipado con todo tipo de armas y artilugios diseñados para superar todos los envites del enemigo y conseguir el objetivo para salvar a su país.
En este caso, se trata del único coche totalmente funcional diseñado y construido específicamente para el rodaje de la secuencia submarina de la película, estrenada en 1977. Y es, además, el Esprit que salió más tiempo en la película.
Así navegaba el Lotus submarino
El coche fue preparado por Perry Oceanographic y conducido por Don Griffin, piloto retirado de la marina estadounidense y piloto de pruebas de la compañía. Operaba el vehículo utilizando unas hélices motorizadas, mientras maniobraba con mecanismos de dirección con palanca.
Después de filmar las escenas submarinas en las Bahamas, el Esprit Submarino fue enviado a Long Island, en Nueva York, donde se mantuvo almacenado en un lugar alquilado. En 1989, fue puesto en subasta pública. Posteriormente, el deportivo británico ha sido expuesto en algunas exhibiciones, como en el Petersen Automotive Museum. En el momento del rodaje de la película, se decía que el coche costaba unos 100.000 dólares, equivalentes a medio millón en la actualidad.