Puede que se parezca al Fisker Karma de hace más de diez años, pero es un modelo completamente nuevo. Se llama Karma Invictus y se presenta como una “expresión centrada en el rendimiento de la innovadora berlina Revero”, presentada en 2019.
El Invicitus recibe un cambio de imagen que le aporta más agresividad y mucha fibra de carbono. Partes como el capó, el techo y el maletero están fabricadas con ese material, así como los pasos de rueda delanteros en los que se integran las tomas de aire, totalmente funcionales.
La fibra de carbono también está presente en la parrilla frontal, los faldones laterales, el alerón trasero y el difusor. Van acompañados de una insignia negra y llantas de aluminio de 21 pulgadas con neumáticos Michelin Pilot Sport 4S ligeramente más anchos.
Nuevo Karma Invictus, limitado a 30 unidades
Los cambios en el interior son más modestos, pero hay asientos delanteros calefactados y ventilados con un “patrón art déco que recuerda al famoso edificio Chrysler de Nueva York”, según el fabricante. Este diseño también se repite en los paneles de las puertas y en la consola central. Por lo demás, hay reposacabezas bordados y umbrales de puerta de aluminio anodizado.
El Karma Invictus se basa en la tercera generación del Revero, lo que significa que cuenta con dos motores eléctricos junto con otro de gasolina, de 1.5 litros y turboalimentado, más una batería de 28 kWh que le proporciona una autonomía adicional de 129 kilómetros. En total, el sistema produce 543 CV y 745 nm de par, y permite recorrer unos 580 kilómetros con una recarga. Acelera más rápido que el Revero, 3,9 segundos en el 0 a 100 km/h (frente a los 4,5 segundos de aquel).
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Además, el Invictus cuenta con una suspensión revisada que incluye amortiguadores Ohlins y muelles Swift. La marca afirma que el modelo “ofrece una dirección más directa y precisa, así como un mayor agarre y previsibilidad al límite en curvas y sobre firmes irregulares”. La producción se limitará a 30 unidades, aunque Karma no ha revelado precios ni plazos de entrega.