La industria automovilística europea no pasa por su mejor momento. El tiro en el pie que se ha dado el Viejo Continente al erradicar los coches de combustión de aquí a unos años, obligando a las marcas a hacer inversiones millonarias si no quieren ser multadas, más las puertas abiertas que se han dejado a los fabricantes chinos son alguna de las razones del mal. Ahora ha sido Josu Jon Imaz, CEO de Repsol y antiguo político del PNV, ha criticado a Europa y ha defendido el motor diésel en el XVIII Foro Empresarial de Guipúzcoa.
Imaz ha criticado la imposición del coche eléctrico: "Tenemos un parque móvil viejo, menos actividad industrial y la gente no sabe qué comprar". Además, ha señalado que la compra de un automóvil debería ser personal y no "impuesta o marcada por la ideología", puesto que sufrimos una "hiperregulación y políticas ecológicas radicales"
Sobre los coches que se venden en la actualidad con motorización de gasóleo, el CEO de Repsol ha expresado: "Un coche diésel emite menos CO2 en su ciclo de vida que uno eléctrico" y por ello apuesta a cambiarlo por "otro diésel de mejor tecnología y que emita menos. Existe una barrera ideológica por encima de la tecnología. Hay que tomar la huella de CO2 completa del coche. Que la gente compre el coche que necesite".
Estos son los litros de diésel o gasolina con los que un coche sale de la fábrica
Y es que Imaz tiene razón, puesto que el CO2 emitido durante su fabricación, también de las baterías, y durante los procesos de recarga durante su vida útil es alto, aunque alguna marcas ya están trabajando en reducir las emisiones del pozo a la rueda, incluso, alguna, en algún que otro coche, ha conseguido ser neutro en dióxido de carbono como Volkswagen con el ID.3 o Skoda con el Enyaq.