En 2003 vio la luz la segunda generación del Honda CR-V, un SUV que no era especialmente grande, ni para los estándares actuales ni tampoco para los de principios de la década de 2000. Un todocamino intermedio con cinco plazas. ¿O quizás no? Hubo un Honda CR-V con diez asientos y se produjo en Filipinas por razones fiscales.

La filial de Honda en Filipinas vio el potencial del CR-V donde nadie más lo vio, vendiendo un modelo con diez plazas de 2002 a 2005, en una astuta maniobra de juego normativo que dio sus frutos en ventas, hasta que dejó de darlos.

El desconocido Honda CR-V de diez asientos que se produjo en Filipinas

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Aunque poco conocido en Europa, el CR-V AUV de diez plazas no es ningún secreto en su mercado de origen. AUV son las siglas de Asian Utility Vehicle (vehículo utilitario asiático), una clase de vehículo comercial distinta en Filipinas que consistía principalmente en vehículos polivalentes construidos sobre chasis de camión. Su tarjeta de visita era su capacidad para transportar muchos pasajeros por cualquier terreno.

Sin embargo, la verdadera motivación de Honda para producir este curioso modelo era que los AUV estaban exentos del impuesto especial que se aplicaba a estos vehículos. La designación AUV reducía el precio del CR-V en unos 240.000 pesos filipinos, entre 3.200 y 3.600 euros, aplicando los tipos de cambio actuales. Era una diferencia importante, teniendo en cuenta que estos coches costaban menos de 18.000 euros.

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La respuesta del público local fue muy favorable y Honda multiplicó por cuatro las ventas del CR-V. En 2003, vendió un total de 9.664 unidades, de las cuales sólo unos 100 no eran AUV, según The Drive. Pero, temas fiscales aparte, la pregunta es: ¿cómo consiguió Honda meter diez asientos en un vehículo de 4,57 metros de largo?

¿Cómo se hizo?

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El espacio para las piernas era supuestamente la parte fácil: el código de los AUV estipulaba 60 centímetros de longitud por pasajero y Honda no tuvo demasiados problemas para cumplirlo, incluso con una fila extra de asientos. En cambio, la anchura era más complicada.

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La banqueta central tenía 140 centímetros de ancho y la normativa exigía 35 centímetros de espacio para cada ocupante. Resulta que, al dividir 140 entre cuatro (hablamos de asientos de cuatro en cuatro en un CR-V), se obtiene 35. En total, tres personas delante, cuatro en el centro y otras tres detrás. El vídeo que te dejamos abajo muestra mejor la configuración interior del Honda CR-V con diez asientos.

Además de las consideraciones relativas a la ocupación, Honda tuvo también que modificar la fabricación y los materiales empleados para conseguir la categoría de AUV. Los acabados y el nivel de ajuste eran peores que los de un CR-V normal y la banqueta trasera caería de cinturones de seguridad.

El éxito de Honda llevó a otros fabricantes a imitar la misma receta, hasta que en 2004 el gobierno filipino eliminó el privilegio fiscal del que gozaban los AUV y quedaron igualados a los turismos. A partir de entonces, las ventas de estos vehículos empezaron a caer y ya no tuvo sentido hacer vehículos de diez plazas. En 2006 llegó la tercera generación del CR-V y no contó con esta versión.

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