A principios de la década de 1990, Maserati se encontraba en serios problemas económicos y con una cartera de productos ligeramente desfasada. Fiat no llegaría a tomar el control total hasta 1993, por lo que era necesaria una importante inyección de capital que permitiera a la compañía del tridente seguir viva algún tiempo más. Aún bajo el control de De Tomaso, la marca italiana apostaría por un último proyecto antes de la llegada definitiva de Fiat. Esta es la historia del Maserati Barchetta que derivó en un De Tomaso con motor BMW.

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Por entonces, Fiat tenía una participación del 49% en Maserati, pero el control aún era de De Tomaso (lo había sido desde 1975). En 1991 se decide llevar a cabo un proyecto que debía culminar con un superdeportivo de representación con el que la firma italiana pudiera seguir luchando en el panorama europeo, a la vez que contribuía a renovar una gama de modelos anticuados, la mayoría de ellos basados en el antiguo Maserati Biturbo de 1982, y con un volumen de ventas de alrededor de 1.000 unidades anuales.

Del fallido Chubasco a la copa monomarca del Maserati Barchetta

Maserati Barchetta
Maserati Barchetta (1991)

En 1990, Marcello Gandini, el famoso diseñador estrechamente vinculado a Lamborghini que había estado trabajando con Maserati anteriormente en dos de los restyling del Biturbo, comenzó a desarrollar una carrocería sobre una plataforma de estilo “columna vertebral”, con una suspensión inspirada en el mundo de la competición y equipado con una versión más potente del motor V8 biturbo de 3.2 litros derivado del Maserati Shamal de finales de los años 80.

Este vehículo sería debidamente bautizado como Maserati Chubasco y sería el precedente a la tormenta perfecta que se estaba cocinando en las instalaciones de la compañía del tridente. Aunque el proyecto prometía, la ejecutiva de Maserati decidió cancelarlo debido a los potencialmente elevados costes. Sin embargo, los altos cargos decidieron aprovechar la inversión y crear una copa monomarca con coches derivados de la plataforma del Chubasco.

Maserati Barchetta
Maserati Barchetta (1991)

De esta forma nacería el Maserati Barchetta que protagoniza estas líneas. Maserati se uniría a Synthesis Design para la creación del Barchetta y Carlo Gaino, que había trabajado anteriormente en el Alfa Romeo 155 GTA, sería quien capitaneara el barco. Su carrocería fue hecha a medida combinando aluminio, fibra de vidrio y capas de fibra de carbono. Se prescindió del techo para ese característico estilo barchetta, lo que ayudó a que el peso se mantuviera a raya en los 775 kg.

También se modificó el motor, creando una versión V6 turboalimentada de 2.0 litros que entregaba 320 CV de potencia. No era el superdeportivo que inicialmente había proyectado Maserati, pero la relación peso/potencia hacía que sus prestaciones estuvieran a la altura del vehículo que inicialmente querían fabricar. A nivel dinámico se conservó la suspensión de doble horquilla y el motor se instaló longitudinalmente en el centro de la carrocería, con una caja de cambios ZF y un diferencial de deslizamiento limitado que enviaba la potencia al tren posterior.

Maserati Barchetta
Maserati Barchetta (1991)

El coche ya estaba listo para participar en la Grantrofeo Monomarca Barchetta Maserati. Este campeonato comenzó en 1991, con una temporada donde se disputaron seis carreras en Italia, y finalizó en 1992 con diez pruebas, la mayoría de ellas en suelo italiano, aunque dos carreras se celebrarían en los Países Bajos. El interés del público no fue el esperado y Maserati nunca logró poner en marcha más de 13 coches.

Se habían proyectado 25 coches de competición y una serie de modelo de calle denominados Barchetta Stradale. Sin embargo, la recesión en la que se encontraba nadando Maserati tuvo un mayor peso que los objetivos de la compañía, por lo que tan solo se crearon 16 vehículos de carreras y un prototipo de calle. Años más tarde, algunos de los Barchetta de competición fueron convertidos a versiones de calle, aunque el proyecto había llegado a un punto muerto y finalmente se habían decantado por su cancelación.

Vuelve De Tomaso y aprovecha el Barchetta para crear un deportivo con motor BMW

De Tomaso Guarà
De Tomaso Guarà (1994)

A pesar de la cancelación del proyecto del Maserati Barchetta y de la copa monomarca en la que competía, la historia de este modelo de la firma del tridente no termina aquí. En 1994, tan solo un año después de su desaparición, De Tomaso decide aprovechar la plataforma del Barchetta para crear un coche propio, el De Tomaso Guarà.

Para su creación se volvió a recurrir a Synthesis Design y a Carlo Gaino, quienes crearían primero un coupé, luego un spider y finalmente un Barchetta. En las primeras versiones, De Tomaso rompió con su tradición de usar motor Ford V8, decantándose en su lugar por un motor BMW M60B40, una unidad V8 de aspiración natural y 4.0 litros con 286 CV de potencia y 400 Nm de par motor. El motor se había creado en 1992 para impulsar los BMW 540i, 740i y 840Ci. Más tarde, De Tomaso volvería a sus raíces y cambiaría el motor M60B40 de BMW por una unidad V8 sobrealimentada de 4.6 litros de origen Ford.

De Tomaso Guarà
De Tomaso Guarà (1994)

El volumen de ventas del Guarà no fue tampoco el más elevado, pero al menos superaron a los 16 Maserati Barchetta producidos con un total de 50 unidades, la mayoría de ellos con carrocería coupé. La producción estuvo en activo entre 1994 y 2004, el año en el que De Tomaso fue declarada en quiebra.

Maserati Barchetta

De Tomaso Guarà

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