Maserati acaba de anunciar sus planes de futuro y, como es tendencia en el sector, implican electrificación, pero no a pequeña escala: todos sus nuevos modelos serán fabricados en Italia y adoptarán mecánicas o híbridas o 100% eléctricas, lo que proporcionará “innovación y alto grado de rendimiento que forma parte del ADN de la marca”.

PRUEBA: Maserati Quattroporte Diésel

El primer coche de esta hornada será el Ghibli en 2020, que se convertirá en el primer híbrido de la marca y se fabricará en Turín. Le seguirá un superdeportivo completamente nuevo cuya producción tendrá lugar en Módena. El tercero será un ‘Utility Vehicle’, también completamente nuevo, que saldrá de la fábrica de Cassino, con las primeras unidades pre-serie esperadas para 2021. Por último, la compañía también va a electrificar dos de sus modelos más longevos, las nuevas generaciones de los GranTurismo y GranCabrio, que también se producirán Turín.

Otro aspecto importante de esta nueva etapa de Maserati será la conducción autónoma: todos los nuevos modelos, incluyendo los actuales que se actualicen, tendrá tecnología de este tipo, empezando con asistentes de nivel 2 como el Highway Assist mejorado y evolucionando hasta el nivel 3, llegando a tener capacidad de conducción sin llevar las manos al volante, pudiendo el vehículo maniobrar entre carriles y pararse con seguridad si el conductor no puede tomar el control.

PRUEBA: Maserati Ghibli S Q4

Todo esto forma parte de un plan de inversión de FCA de 5.000 millones de euros, que también se aprovecharán para modernizar y adaptar las líneas de producción, con especial hincapié en Módena, el cuartel general de la marca, que estrenará una nueva planta de pintura así como un taller de personalización.

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