El segundo intento de Henrik Fisker por consolidar una empresa automotriz que lleve su apellido da al traste. Fisker se ha declarado en quiebra y la compañía aún cuenta con un stock de 3.000 coches sin vender. La noticia saltó hace solo unas horas cuando se conoció que el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos aprobó el plan de Fisker a finales de la semana pasada.
Dentro de las pautas que se han establecido en ese plan presentado al tribunal figura la venta del inventario restante de la compañía, el cual incluye unas 3.000 unidades del único modelo que comercializaba la segunda start-up de Henrik Fisker, el Fisker Ocean. El SUV eléctrico habría sido culpable en gran medida debido a las feroces críticas recibidas por parte de la opinión pública en lo referente a la calidad y al funcionamiento del vehículo.
En la operación de liquidación también se contempla la venta de datos cruciales del vehículo y servicios de soporte que permitan a los propietarios que ya compraron el Ocean poder seguir conduciéndolos.
Los propietarios no se quedarán sin respaldo tras la quiebra de la empresa
Por suerte, la Asociación de Propietarios de Fisker recibió buenas noticias hace tan solo unos días, cuando se informó de que la empresa American Lease con sede en Nueva York, que se ocupa del alquiler de vehículos de Uber y Lyft, compraría el stock de vehículos sin vender de Fisker.
Los aproximadamente 3.000 coches serán adquiridos por 46,25 millones de dólares, lo que supone que cada unidad se venderá por un precio de 13.900 dólares, mucho menos que los 38.999 dólares por los que se vendía al público hasta hace unas semanas.
Además de comprar todo el inventario, American Lease se ha comprometido a desembolsar 2,5 millones de dólares adicionales durante un período de cinco años, los cuales serán destinados al mantenimiento de estos vehículos en condiciones de funcionamiento y a garantizar el acceso a los usuarios a todas sus funciones, incluyendo actualizaciones de software.
La asociación de propietarios también estableció 23 talleres norteamericanos capacitados que pueden trabajar en el Fisker Ocean y que tienen acceso al sistema Fisker After Sales Tool (FAST).