Cuando el reloj estaba a punto de señalar la una de la madrugada, uno de los vigilantes de la fábrica que Mercedes tiene en Vitoria alertó a Ertzaintza. El motivo de la llamada era que alguien que, a bordo de una pala cargadora, estaba arremetiendo contra varios vehículos de la marca alemana que estaban estacionados en un aparcamiento privado. Un incidente protagonizado por un ex empleado que ha destrozado más de 50 furgonetas.
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El hombre, de 38 años de edad, trabajaba en la planta que Mercedes tiene en la capital del País Vasco. Hablamos en pasado porque en la actualidad tenía un empleo en una empresa de Gojain en Legutiano y fue aquí donde empezó todo: robó una enorme pala cargadora utilizada para obras de infraestructuras, provocó daños en otras dos palas, en un turismo que estaba aparcado, rompió un arco de radioactividad y arrancó tanto las barreras como la puerta de acceso.
Tras esto recorrió con el citado vehículo 21 kilómetros causando daños en la vía pública. La distancia que separaba su actual empresa de la anterior. Y es que cuando llegó a Vitoria se dirigió a la fábrica de Mercedes entrando a ella por el acceso situado más cerca del polígono de Jundiz. Después de echar abajo el muro y la valla, el hombre destrozó las furgonetas que estaban en un aparcamiento cerrado. Las víctimas fueron varias unidades de la Mercedes Clase V (la gama más alta que se fabrica en la planta vasca) impulsadas por motores diésel y eléctricos.
La línea de montaje
No obstante, la aventura no acaba aquí. El ex empleado puso rumbo a la propia línea de producción y, más concretamente, a la parte final. Según las primeras investigaciones, el objetivo habría pasado por acceder al interior de la cadena de montaje robotizada: de haberlo logrado, la fabricación de la Mercedes Clase V habría tenido que echar el freno de mano durante varias semanas.
La fábrica no tenía actividad: sólo contaba con la presencia de un equipo de mantenimiento, que estaba en el interior, y los vigilantes jurados, que fueron los encargados de avisar a las autoridades. Varias patrullas se personaron en el lugar y detuvieron al hombre que está acusado de un delito de daños; no en vano, las primeras valoraciones apuntan a desperfectos por valor de más de 2 millones de euros. El ex empleado fue trasladado a dependencias policiales a la espera de ser puesto a disposición judicial.
Fotos: Twitter