Todo el mundo sabe que la velocidad máxima permitida en nuestro país es 120 km/h y solamente en vías rápidas, es decir, autopistas y autovías. Sin embargo, hubo un tiempo en que el límite de velocidad en España era de 130 km/h.
Existe un debate desde hace años sobre conveniencia o no de subir el límite de velocidad, por ejemplo, a 130 km/h, como ocurre en Francia. si alguna vez has cruzado los Pirineos, habrás visto al otro lado discos que limitan la velocidad a 130 km/h. En España hay gente a favor y en contra, como en todo en la vida. Pero no se trata aquí de entrar en esta historia, sino de contar una época en la que también aquí tuvimos ese mismo límite de velocidad.
La primera reglamentación, en la República
Antes, un poco de historia. La primera vez que se estableció un límite de velocidad en España fue en 1934. En plena Segunda República, se creó el primer Código de Circulación en España, el cual, en su artículo 93, especificaba que “las velocidades máximas a las que deben circular los automóviles dotados de llantas neumáticas en todas sus ruedas, destinados al transporte de objetos y mercancías, cuyo peso total en carga exceda de 3.500 kg serán las siguientes: 80 km/h de 3.501 kg a 4.500 kg, 60 km/h de 4.501 kg a 8.000 kg y 40 km/h de 8.001 kg en adelante”.
Esa una normativa que sólo afectaba a vehículos de mercancías, no a los turismos. Como curiosidad, el infractor que no cumplía la norma se enfrentaba a una multa de… ¡5 pesetas! Claro que era un dinero en aquella época.
El límite de velocidad a 130 km/h en España sólo duró dos años
Hay que dar un salto de 40 años en el tiempo para encontrar la segunda reglamentación de tráfico. En 1974, cuando la dictadura de Franco agonizaba, el gobierno aprobó un nuevo reglamento que, esta vez, sí estaba destinado a los turismos, no sólo a los vehículos pesados. Este nuevo texto limitó la velocidad a 130 km/h en autopistas. Sin embargo, dos años después, ya en plena Transición, se redujo a 100 km/h, debido a la crisis del petróleo.
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En 1979, ya con Adolfo Suárez al frente del ejecutivo, se fijó el límite de velocidad en España a 120 km/h, pero sólo en autopistas, mientras que en autovías siguió siendo de 100 km/h, hasta que en 1992 se igualó a 120 km/h. Ese año también se cambió el límite de velocidad en vías urbanas y travesías, pasando de 60 km/h a 50 km/h.
