Debonair V 3000 Royal AMG: cuando Mitsubishi y AMG se unieron

Debonair V 3000 Royal AMG

Hoy en día es imposible separar AMG y Mercedes, mucho menos imaginar el nombre del otrora preparador asociado al nombre de otra marca. Sin embargo, antes de que la firma alemana lo comprara e integrara, si que era algo posible: para muestra, el Debonair V 3000 Royal AMG.

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Nació en 1987, un año después de que el preparador se ganara un nombre en la industria gracias a su AMG Hammer, un modelo basado en el Clase E W-124 con motor 5.6 V8 de 360 CV, que superaba los 300 km/h de velocidad punta, siendo capaz de “mojar la oreja” en este aspecto hasta al Ferrari Testarossa.

Tras una carta de presentación así, las expectativas sobre el modelo japonés eran muy altas… motivo por el que el resultado final fue algo decepcionante. Quienes esperaran un despliegue como el realizado en el alemán se llevaron una desilusión ya que el Debonair V 3000 Royal AMG se concibió para saciar la demanda del JDM (Japan Domestic Market) ene l que toda una generación de hombres jóvenes de éxito buscaban coches que fueran prácticos pero que contarán con un poco de la deportividad de la época.

Debonair V 3000 Royal AMG

Para conseguirlo no hacía falta derrochar en caballos, lo que hizo que AMG y Mitsubishi se decantaran por un bloque 3.0 V6 pero bastante menos potente, aunque las fuentes difieren entre potencias de 148 y 197 CV. Fuera el primer o el segundo caso, el resto de su apartado mecánico lo conformaba una suspensión ajustable pero que pecaba de ser demasiado blanda, por lo que a nivel dinámico tampoco es que fuera inolvidable.

Lo que sí hizo fue darle un toque más deportivo a su imagen, agraciando su larga y cuadriculada silueta con los logos de AMG, un discreto alerón y llantas de aleación de radios diagonales. El habitáculo tuvo que conformarse con un volante específico, mientras que los asientos estaban tapizados en tela.

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Comenzados los 90 AMG volvió a lidiar con los alemanes para acabar siendo integrada en Mercedes, pero antes hubo tiempo de hacer  más pinitos en tierras niponas. De hecho, el Debonair V 3000 Royal AMG fue la primera, pero no la última colaboración entre el preparador y Mistubishi. También vio la luz el Galant AMG, que contaba bajo el capó con un motor 2.0 de 170 CV que subía alegremente hasta las 8.000 rpm.

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