En tiempos recientes las marcas de automóviles han encontrado una nueva manera de hacer negocio: el desbloqueo de funciones del coche únicamente si se paga un servicio por suscripción. Hay habido varios casos, pero uno de los más sonados ha sido el de los asientos calefactables de BMW, del que Dacia se ha reído proponiendo una alternativa mucho más tradicional: bolsas de agua caliente.
Todo viene de unos meses atrás, cuando la marca alemana que para ciertos modelos y en ciertos mercados, la disponibilidad de esta función en los asientos estaría sujeta a que el propietario pagara una suscripción. Las tarifas eran de 17 euros al mes, 175 euros al año, 275 euros cada tres años o 390 euros para el acceso ilimitado.
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Lógicamente, la decisión levantó ampollas y generó descontento, pero ha sido Dacia UK la primera marca que ha decidido recriminar dichas políticas de manera directa.

La rama de Reino Unido de la marca ha decidido regalar a las primeras 75 personas que se pasen por sus concesionarios de Londres, Manchester y Swanse los próximos días 1 y 2 de febrero, una bolsa en la que meter agua caliente.
Su funcionamiento, lógicamente, es muy sencillo: basta con colocarla durante un rato sobre e asiento para que, al subirse a él, esté caliente. Lógicamente, no es un método muy efectivo, pero es que la intención que tiene es la de criticar el tipo de medidas por el que está optando el sector.

Así lo apunta Luke Broad, quien está al frente de Dacia en Reino Unido, que admite que el movimiento ha sido en parte por hacer la gracia, pero que “resalta la dirección que está tomando la industria en general con respecto al acceso a las funciones basado en suscripción”.
Señala que es algo totalmente contrario a la manera de actuar de Dacia: “Creemos en la simplicidad, ofreciendo a nuestros clientes tecnología que hace que la conducción sea más conveniente y cómoda con características incluidas en el precio inicial de un automóvil”.