El Salón del Automóvil de San Francisco de 1996 fue el escenario para la presentación de un vehículo extraño y muy avanzado para su época, porque era un coche eléctrico. Pero era un coche que se adelantaba a modelos que han llegado después, como el Citroën Ami. Era el Cabin Sparrow, un microcoche que puede presumir de haber estado en un museo.
El microcoche eléctrico fue desarrollado por la empresa Corbin Motors, con sede en California, y su creador fue el ingeniero eléctrico Mike Corbin. Apenas se fabricaron 300 unidades, pero una de ellas permaneció expuesta en el Petersen Automotive Museum de Los Ángeles. Esto lo convierte en un coche más raro que un Bugatti Chiron o un Lexus LFA (prueba), por ejemplo. Tres años más tarde de su presentación, en 1999, empezó la producción.
Corbin Sparrow, un microcoche de museo

El Corbin Sparrow era un coche diminuto, de apenas 2,43 metros de largo, 1,22 metros de ancho y 1,52 metros de alto. Es, por tanto, cinco centímetros más pequeño que el Smart que apareció poco después. A pesar de su tamaño reducido, contaba con un equipamiento interesante: maletero, elevalunas eléctricos, radios CD, altavoces integrados en el respaldo. Eso sí, sólo tenía espacio para el conductor.
Además, el Sparrow montaba unas llantas de 13 pulgadas y unos frenos Wilwood. El motor eléctrico rendía 19 kW (26 CV) de potencia y 135 Nm de par, que le permitía alcanzar los 120 km/h. El motor se alimentaba de una batería de iones de litio que le proporcionaba una autonomía de 80 kilómetros.
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Con estas cifras, está claro que se trataba de un vehículo para uso exclusivamente urbano. Pesaba 602 kg, de los cuales 270 kg correspondían a la batería. Una unidad del Cabin Sparrow ha sido subastada recientemente en el portal Car & Bids, con 1.736 kilómetros en su odómetro. El ejemplar ha sido vendido por 6.911 dólares, unos 6.300 euros.