Compartir tecnología, chasis y motores es una práctica bastante frecuente en la industria del automóvil. Permite abaratar el precio de los coches al repartir los costes de desarrollo entre dos o más fabricantes. De hecho, aquí te muestro 6 colaboraciones entre marcas que, aunque no lo parezcan, se han producido en los últimos años.
Sin embargo, en este artículo te quiero mostrar un total de 63 coches que no equipaban los motores de su marca. Esta práctica también es bastante habitual en la industria. Los fabricantes llegan a acuerdos de colaboración en los que una marca cede sus motores a otra a cambio de una compensación económica o de que ésta asuma parte de los costes de desarrollo y fabricación.
Fuera de la lista hemos dejado ejemplos evidentes como, por ejemplo, el Grupo Volkswagen, donde las marcas Audi, Seat, Skoda o la propia Volkswagen comparten muchos de sus motores. Nos hemos centrado en casos más excepcionales o raros, aunque seguro que muchos ya los conocías. Si sabes de algún coche que no equipe los motores de su marca, házmelo saber en la sección de comentarios.
Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio
Bastante conocido por ser un caso reciente, el Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio (prueba) equipa un motor cuyo origen se encuentra en Ferrari. Se trata del V6 biturbo de 2.9 litros, una mecánica que deriva del V8 de 3.9 litros biturbo de la casa italiana y que desarrolla 510 CV de potencia.
Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio
Lo mismo ocurre con el Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio (prueba), un SUV deportivo de altas prestaciones equipado con el motor V6 biturbo de 2.9 litros de Ferrari. También produce 510 CV de potencia y su par motor alcanza los 600 Nm.
ASA 1000 GT
ASA (Autoconstruzioni Società per Azioni) creó el poco conocido ASA 1000 GT como un coupé en los años ’50 bajo la batuta de Ferrari. El coche contaba con carrocería de Bertone, chasis de Giotto Bizzarini y un motor Ferrari V12 Colombo que, alimentado por dos carburadores Weber, desarrollaba apenas 100 CV de potencia.
Aston Martin
Cuando Ford adquiere Aston Martin en 1987 (fue propietario hasta 2007), muchos de los deportivos del fabricante británico obtienen motores de la firma del óvalo azul. Específicamente, la familia de motores V12, una mecánica creada combinando dos V6 Duratec de Ford. El Vantage, el DB9, el Vanquish o el DBS fueron algunos de los que obtuvieron estos motores de 5.9 o 6.0 litros de cilindrada.
Aston Martin DB11
El Aston Martin DB11 (prueba), además de su prestacional V12 biturbo de 5.2 litros, cuenta con un motor V8 biturbo de 4.0 litros procedente de Mercedes-AMG dentro de su oferta de motorizaciones. Desarrolla 510 CV de potencia y le permite alcanzar los 300 km/h de velocidad máxima.
Aston Martin Vantage
En el Aston Martin Vantage (prueba) de nueva generación encontramos la peculiaridad de que está equipado con un motor Mercedes-AMG. Hablamos de la unidad V8 biturbo de 4.0 litros que propulsa a varios modelos de la familia AMG. En este caso, genera 510 CV de potencia y 685 Nm de par.
Audi RS 2 Avant
Por todos es sabido que el motor del Audi RS 2 Avant (prueba) fue desarrollado por Porsche. Este bloque de cinco cilindros en línea sobrealimentado de 2.2 litros desarrollaba 315 CV de potencia y se unía al sistema de tracción total de Audi. Este, por cierto, no era el único componente de Zuffenhausen que se instaló en el RS 2 Avant, ya que también contaba con unas llantas de Porsche 911.
Bertone Freeclimber
El Bertone Freeclimber es un todoterreno fruto de una colaboración entre Daihatsu y Bertone. Este 4x4, además de tener un origen italo-japonés, también estaba impulsado por un motor alemán. Específicamente, se trata del bloque M40B16M de BMW, una unidad de 1.6 litros y cuatro cilindros en línea que desarrollaba 100 CV de potencia.
BMW Serie 1
El BMW Serie 1 de la generación F20 ofrecía varios motores fruto de un acuerdo de colaboración entre PSA (ahora Stellantis) y BMW. Se trata de las versiones 114i con 102 CV de potencia, 116i que ofrecía 136 CV y el 118i de 170 CV, todos ellos bloques de gasolina de 1.6 litros.
Caterham Seven
Caterham, el conocido fabricante de pequeños vehículos deportivos, tiene una estrecha relación con Ford, de quien ha tomado muchos de sus motores para el modelo Seven desde el inicio de su comercialización en 1973. Los motores de gasolina Ford de cuatro cilindros, con 1.6, 2.0 y 2.3 litros de cilindrada, han impulsado a multitud de variantes del Caterham Seven, llegando a alcanzar incluso los 260 CV de potencia.
Chevrolet Aveo
El Chevrolet Aveo, tras la adquisición de Daewoo por parte de Chevrolet, llegó a comercializarse en Europa entre 2002 y 2009. Este utilitario de precio asequible contó con un motor de origen Fiat, concretamente el propulsor 1.3 Multijet de cuatro cilindros y dos niveles de potencia: 75 CV y 95 CV.
Cupra Formentor VZ5
Aunque ambas marcas pertenecen al Grupo Volkswagen, el hecho de que el Cupra Formentor VZ5 (prueba) esté equipado con el famoso motor 2.5 TFSI de cinco cilindros de Audi es especialmente importante, ya que es la primera vez que la firma de Ingolstadt permie que un modelo de otra marca monte el motor del RS 3, el RS Q3 y el TT RS. La versión que impulsa al crossover español más potente de la gama tiene 390 CV.
DeLorean DMC-12
Lo creas o no, en la originalidad del DeLorean DMC-12 (prueba) se esconde una mecánica que no fue concebida por la compañía de John DeLorean. Bajo el capó de acero inoxidable se encontraba un sencillo motor PRV V6 de 2.85 litros y aspiración natural que entregaba 131 CV de potencia. El bloque fue creado conjuntamente por Peugeot, Renault y Volvo, de ahí su denominación “PRV”.
De Tomaso Pantera
El De Tomaso Pantera es un perfecto ejemplo de coche italoamericano. Este deportivo diseñado en Italia apostaba por un motor de origen Ford, un V8 de 5.8 litros como el que equipaban los Mustang de la época (1971) y que estaba disponible en un abanico de potencias que abarcaba desde 285 CV a 500 CV.
Dodge Caliber
El Dodge Caliber se benefició de la gama de propulsores de la familia WORLD creada por la Global Engine Alliance (Chrysler, Mitsubishi y Hyundai). Hasta tres motorizaciones del Caliber tenían su origen en esta alianza global de motores, incluyendo un 1.8 litros de 150 CV, un 2.0 litros de 156 CV y 170 CV, y un 2.4 litros sobrealimentado de 294 CV (Caliber SRT-4).
Fiat Dino
El Fiat Dino es, quizás, uno de los coches más bellos fabricados por la firma de Turín. Fruto de un acuerdo entre Enzo Ferrari y Gianni Agnelli, este bonito coupé (también hubo versión descapotable) fue equipado con un motor V6 de 2.4 litros de la familia Dino de Ferrari, que producía 160 CV de potencia, y 180 CV algo más tarde. Este bloque también llegó a estar disponible en el Fiat 130.
Ford Fiesta
La quinta generación del Ford Fiesta (prueba) recibió dos motores Citroën-Peugeot dentro de su oferta mecánica compuesta por unidades Ford Zetec y Duratec. El bloque en cuestión es un diésel de 1.4 litros con 68 CV de potencia, al que más tarde se sumó un 1.6 litros, también diésel, de 90 CV que compartía con el Citroën C4.
Ford Focus
La tercera generación del Ford Focus (prueba) (al igual que otros modelos de la marca como el Kuga o el Fiesta) se benefició de un motor de origen PSA dentro de su oferta mecánica. El Bloque en cuestión es el 1.5 TDCi -más tarde EcoBlue-, una unidad turbodiésel de cuatro cilindros en línea que ofrecía 100 CV y 120 CV de potencia.
Ford Focus RS
El Ford Focus RS (prueba) de segunda generación, uno de los compactos más potentes y deportivos de su generación, en realidad contaba con un motor de origen Volvo. El bloque en cuestión fue el B5254 de cinco cilindros en línea y 2.5 litros sobrealimentado, que desarrollaba unos respetables 306 CV de potencia.
Ford Ka
Para comercializar el sencillo Ford Ka, un vehículo urbano de precio asequible, Ford acudió a Fiat para integrar dos motorizaciones en la gama. Había un diésel, el 1.3 TDCI de 75 CV que en realidad estaba basado en el 1.3 Multijet; y un gasolina de 1.2 litros de la familia FIRE de Fiat con 69 CV.
Ford Mondeo
En la gama de motorizaciones del Ford Mondeo de tercera generación había un motor de origen Volvo. Se trata del bloque de cinco cilindros y 2.5 litros con turbocompresor, una mecánica que ya encontramos en el Focus RS de segunda generación, pero con unos respetables 220 CV de potencia.
Ford Ranger
La segunda generación del Ford Ranger estaba propulsada por un motor de origen Volvo. Específicamente, un propulsor de cinco cilindros en línea 2.3 litros capaz de entrega 145 CV de potencia.
Ford Taurus
El sencillo Ford Taurus contaba con una variante SHO (Super High Output) que no equipaba un gran motor V8 procedente de un Mustang. En realidad, Yamaha diseñó un bloque V6 de 3.6 litros con 220 CV de potencia para este modelo.
Ford Transit
Hay que acudir al mercado chino para descubrir que el Ford Transit lanzado en 2006 estuvo disponible con un motor de gasolina de la familia Sirius de Mitsubishi. Específicamente, se trata del bloque 4G64 de 2.4 litros y cuatro cilindros en línea, aunque desconocemos el nivel de potencia que ofrecía. De hecho, este mismo motor se empleó en varios modelos de marcas locales como Soueast, Chery o Great Wall.
Hyundai Santa Fe
La familia de motores Sirius de Mitsubishi fue la encargada de crear el famoso 4G63 de cuatro cilindros que ha impulsado a varias generaciones del Mitsubishi Lancer Evolution. También fue la responsable de propulsar al Hyundai Santa Fe (prueba) de primera generación, concretamente el motor Mitsubishi 4G64 de 2.4 litros y cuatro cilindros en línea con 145 CV de potencia.
Ineos Grenadier
También es conocido el caso del Ineos Grenadier, un coche atípico creado en una época donde los híbridos y eléctricos parecen ser la norma a seguir. Este poderoso todoterreno tiene dos propulsores dentro de su gama y ambos son de origen BMW. El primero, un motor de gasolina de seis cilindros en línea de 3.0 litros y 250 CV, mientras que el segundo es un turbodiésel de 3.0 litros y 286 CV.
Infiniti Q50
El Infiniti Q50 llegó a estar disponible en Europa antes de que la compañía japonesa propiedad de Nissan abandonara este mercado. La berlina contaba con un motor diésel de origen Mercedes-Benz, una unidad de cuatro cilindros en línea y 2.1 litros capaz de entregar 170 CV de potencia.
Jaguar XF
A la venta entre 2007 y 2015, la generación X250 del Jaguar XF estuvo impulsado por hasta cuatro motores de origen Ford. En su gama de propulsores había un gasolina EcoBoost de cuatro cilindros en línea y 2.0 litros, y tres mecánicas diésel, un 2.2 litros Duratorq, un V6 de 2.7 litros y un V6 de 3.0 litros.
Jeep Compass
Como en el Dodge Caliber antes mencionado, el Jeep Compass (prueba) se benefició de algunos de los motores de la familia WORLD creada por la Global Engine Alliance que involucraba a Chrysler, Mitsubishi y Hyundai. El todoterreno de primera generación, lanzado al mercado en 2007, obtuvo los motores 2.0 de 158 CV y 2.4 de 170 CV, que también estuvo disponible en la segunda generación, pero con 185 CV.
Koenigsegg CC8S
Llegado al mercado en 2002, el Koenigsegg CC8S fue uno de los primeros superdeportivos creados por Christian von Koenigsegg. Su producción se limitó a apenas seis unidades y todos ellos apostaron por un motor de origen Ford, un V8 sobrealimentado de 4.7 litros que entregaba 664 CV de potencia para una velocidad máxima de 390 km/h.
Lamborghini Gallardo
Aunque existe cierta confusión al respecto, el Audi R8 de primera generación no estaba equipado con el motor V10 del Lamborghini Gallardo, sino al revés. El Gallardo llegó al mercado en 2003 con un V10 de 5.0 litros y 500 CV de potencia, mientras que el R8 aterrizó unos años más tarde con un V8 de 4.2 litros. Audi desarrolló un motor V10 de 5.2 litros para su superdeportivo en 2009 y se instaló también en el Gallardo, con tres niveles de potencia en función de la versión: 550 CV, 560 CV y 570 CV.
Lancia Stratos
Como en el Fiat Dino, el Lancia Stratos también estuvo propulsado por un motor de origen Ferrari. Específicamente, el bloque V6 de 2.4 litros procedente del Ferrari Dino, una mecánica capaz de desarrollar, en este caso, 190 CV de potencia.
Lancia Thema 8.32
La potente berlina de Lancia, el Lancia Thema 8.32, fue equipado con un motor que había sido creado por otra marca italiana. Bajo su capó se esconde un motor V8 de 3.0 litros de origen Ferrari capaz de desarrollar 215 CV de potencia. Además, su estética es muy discreta y puede pasar por todo un sleeper.
Land Rover Defender
La gama del legendario Land Rover Defender, el 4x4 británico por excelencia, contaba con un motor de origen BMW. Específicamente, se trata del propulsor M52B28 de seis cilindros en línea y 2.5 litros que desarrolla 192 CV de potencia. Esta versión tan solo estuvo disponible en Sudáfrica entre 1997 y 2001, cuando Land Rover pertenecía a BMW (1994-2000).
Land Rover Freelander
Durante ese mismo período en el que Land Rover fue propiedad de BMW, el Land Rover Freelander se benefició de un motor turbodiésel del fabricante alemán. La versión Td4 contaba con el bloque M47 de BMW, un 2.0 litros de cuatro cilindros con 114 CV de potencia.
Lykan HyperSport
El Lykan HyperSport es ese superdeportivo multimillonario que solo pueden tener las mayores fortunas del mundo. Creado por W Motors entre 2013 y 2016, el HyperSport cuenta con un motor Porsche de origen RUF, un bloque bóxer biturbo de seis cilindros y 3.7 litros capaz de entregar 750 CV con los que el modelo de Lykan alcanza los 395 km/h.
Maserati GranTurismo
La firma del tridente está muy ligada a Ferrari, por lo que no es raro que muchos de sus modelos equipen motores de la casa del Cavallino Rampante. El Maserati GranTurismo es uno de ellos. Estuvo disponible con el motor F136 V8 de 4.2 litros, una mecánica que entregaba 405 CV de potencia. Este motor también llegó a otros modelos de la marca, como el GranSport y el Quattroporte.
Maserati MC12
Este caso es más conocido. El Maserati MC12 estaba propulsado por el mismo motor que daba vida al Ferrari Enzo. Se trataba de un V12 de aspiración natural y 6.0 litros capaz de entregar 630 CV de potencia, 30 CV menos que el Enzo, aunque esto no impedía que alcanzara los 330 km/h de velocidad máxima.
Maserati Quattroporte
En 1998 llegó al mercado una importante actualización para el Maserati Quattroporte. Entre los cambios se introdujeron motores de origen Ferrari. Concretamente dos, un V6 2.8 litros de 284 CV y un V8 3.2 litros de 330 CV, ambos biturbo. La versión Evoluzione, la más potente de la gama, llegaba hasta los 270 km/h.
McLaren F1
Uno de los coches más impresionantes que han salido del Reino Unido es el McLaren F1, un superdeportivo que aún hoy conserva el récord de velocidad máxima para un coche con motor de aspiración natural (391 km/h). Sin embargo, la mecánica encargada de propulsar el F1 no salió de Woking, sino de Múnich, ya que se trata de un V12 de 6.0 litros con 627 CV (la versión LM ofrecía hasta 680 CV) desarrollado por BMW.
MG ZT
El MG ZT es otro de los coches británicos que estuvo propulsado por un motor de origen BMW. Se trata del bloque turbodiésel M47R de cuatro cilindros en línea y 2.0 litros, que se ofrecía con dos niveles de potencia: 116 CV y 131 CV. Otro de los motores del MG ZT que no provenían del fabricante inglés fue el bloque Ford V8 de 4.6 litros y 260 CV de potencia.
MINI Cooper
El MINI Cooper se benefició de motores de PSA fruto de un acuerdo de colaboración entre la compañía ahora denominada Stellantis y BMW. De ese acuerdo surgió el motor N14 de 1.6 litros, inyección directa y sincronización variable que impulsaba a la versión S del MINI Cooper. Este bloque entregaba 174 CV de potencia. La gama MINI también contó con otro motor creado entre PSA y BMW, un 1.4 litros de 95 CV.
Mitsubishi Dignity
El Mitsubishi Dignity, aunque no llegó a estar disponible en el mercado español, era una berlina japonesa de alta gama basada en el Nissan Cima cuyos responsables decidieron equipar con un motor de un deportivo, un V6 atmosférico de 3.5 litros y 355 CV como el que impulsaba al Nissan 350Z.
Noble M600
El superdeportivo Noble M600, una bestia capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 3,0 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 362 km/h, en realidad estaba impulsado por un motor de origen Volvo/Yamaha. Se trata del B8444S, un bloque V8 de 4.4 litros creado por el fabricante japonés que, en este caso, equipaba un sistema biturbo que le permitía llegar hasta los 659 CV.
Opel Astra
El Opel Astra en su tercera generación (H) equipó motores de origen Fiat. Específicamente, se trata de los bloques diésel 1.3 CDTI de 90 CV y 1.9 CDTI de 100 CV, 120 CV y 150 CV, que en realidad eran los propulsores 1.3 Multijet y 1.9 JTD, respectivamente.
Opel Omega
El Opel Omega llegó a ser, durante un tiempo, el sedán más grande y exclusivo de la firma de Rüsselsheim. Entre sus muchas particularidades se encontraba el hecho de que ofrecía varias motorizaciones de origen BMW dentro de su gama mecánica, todos ellos basados en el seis cilindros en línea turbodiésel de 2.5 litros. El primero tenía inyección indirecta y 130 CV de potencia, mientras que el segundo, llegado tras el restyling de 2001, elevaba la potencia hasta los 150 CV con un sistema de inyección directa.
Opel Zafira
Lo mismo ocurrió en el caso del monovolumen compacto de la firma del rayo. El Opel llegó a ofrecerse en su segunda generación con tres mecánicas que tenían su origen en el bloque 1.9 JTD de Fiat, con 100 CV, 120 CV y 150 CV.
Opel Vectra
El Opel Vectra fue, durante años, la berlina de referencia de la compañía alemana. Sin embargo, la tercera generación del modelo, que llegó al mercado en 2002, lo hizo acompañada de hasta tres motores de origen Fiat, todos ellos basados en el 1.9 JTD y con tres niveles de potencia: 100 CV, 120 CV y 150 CV.
Pagani Huayra
El Pagani Huayra (al igual que el Pagani Zonda) está equipado con un motor de Mercedes-AMG. Se trata de un poderoso motor V12 biturbo de 6.0 litros capaz de entregar 730 CV de potencia y 1.000 Nm de par. Esto permite al Huayra pasar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos, al tiempo que logra una velocidad máxima de 360 km/h.
Peugeot 4007
El Peugeot 4007 es un crossover que llegó al mercado antes de que lo hiciera la segunda generación del Peugeot 3008, que supuso el verdadero éxito de los SUV para la firma francesa. Este modelo en cuestión se lanzó en 2007 y lo hizo acompañado, entre otros, de un motor de origen Mitsubishi. El bloque de gasolina es un 2.4 litros de cuatro cilindros con 170 CV de potencia que el 4007 compartía con el Outlander.
Pontiac Firebird Pegasus Concept
Aunque era un prototipo, el Pontiac Firebird Pegasus Concept fue concebido primero por un diseñador de Chevrolet, aunque el coche se materializó en un vehículo funcional bajo la marca Pontiac, que también forma parte de General Motors. Bajo el capó, Bill Mitchel (su creador) equipó un V12 de 4.4 litros de origen Ferrari, pero puesto a punto por el North American Racing Team de Luigi Chinetti para producir 350 CV.
Porsche 924
El Porsche 924 se lanzó al mercado en 1976 como un coupé de dos puertas en configuración 2+2. Este modelo estuvo en activo hasta 1988 y, durante ese período de tiempo, estuvo impulsado con un motor de origen Audi ubicado en posición delantera. Se trataba de un cuatro cilindros en línea de 2.0 litros atmosférico con 125 CV de potencia.
Reliant
Modelos de la marca Reliant como el Sabre (1961), el Scimitar (1964), el Scimitar SS1 (1984) y el Scimitar Sabre (1992) estuvieron equipados con motores de origen Ford.
Renault 30
Peugeot, Renault y Volvo decidieron sacar rentabilidad al motor PRV V6 equipándolo en más modelos a parte del DeLorean DMC-12. El elegido fue el Renault 30 de 1975 que, en su versión TS, fue impulsado por este motor de seis cilindros. El bloque PRV también llegó a estar en el Peugeot 604.
Renault Espace
El mítico monovolumen francés también escondió un interesante secreto, sobre todo si eres un petrolhead. Y es que en su gama de motorizaciones se esconde un V6 de origen Nissan, una unidad de 3.5 litros que para el Renault Espace se limitó su potencia a 240 CV.
Renault Laguna Coupé
Al igual que en el Espace, el Renault Laguna Coupé fue otro de los coches de la firma del rombo (junto al Vel Satis y el Latitude) que se benefició del motor Nissan VQ35 V6. El bloque de 3.5 litros desarrollaba la misma potencia que en el monovolumen, 240 CV.
Rover 75
El MG ZT era la versión más deportiva y el Rover 75 su modelo base. Esta berlina inglesa se benefició también del motor turbodiésel M47R de BMW, un propulsor de 2.0 litros y cuatro cilindros en línea que desarrollaba 116 CV y 131 CV de potencia. Al igual que en el ZT, también había un V8 de 4.6 litros de origen Ford con 260 CV de potencia.
Saab 9-3 y 9-5
Tanto el Saab 9-3 como el 9-5 contaron con un motor de origen Fiat dentro de su gama mecánica. El bloque en cuestión fue la unidad de 1.9 litros y cuatro cilindros turbodiésel, que tenía 150 CV de potencia. El propulsor se basaba en el 1.9 JTD del fabricante italiano, un motor que también encontramos en otros modelos como el Alfa Romeo 159.
Saab PhoeniX
Saab se benefició del motor Prince 1.6 Turbo creado en la colaboración antes mencionada entre PSA y BMW. Este motor llegó a varios modelos de la gama, principalmente el 9-3, pero también un interesante prototipo que Saab mostró al público en el Salón de Ginebra de 2011, meses antes de su quiebra. Este deportivo conceptual equipaba el motor PSA/BMW de 1.6 litros, al que se unía un propulsor eléctrico de 34 CV. ¿Su nombre? Saab PhoeniX.
Saleen S7
El Saleen S7 fue un superdeportivo fabricado artesanalmente en Estados Unidos entre 2000 y 2007. Además de ser uno de los coches más rápidos de su época, con una velocidad máxima de 399 km/h, el S7 contaba con un motor desarrollado por Ford. El bloque en cuestión fue un V8 Windsor de 7.0 litros con dos niveles de potencia: 558 CV en la versión atmosférica y 760 CV cuando equipaba un doble turbocompresor.
Suzuki Swift
El Suzuki Swift contó en su tercera generación con un motor diésel de 1.3 litros y cuatro cilindros en línea, turbocompresor de geometría variable y 70 CV de potencia que tenía su origen en un fabricante italiano: Fiat.
Toyota GR Supra
Este es otro de los casos más conocidos de esta lista por ser muy actual. Se trata del Toyota GR Supra (prueba), la generación A90 del mítico deportivo japonés que fue desarrollado en colaboración con BMW, por lo que comparte muchos de sus componentes, chasis y motorizaciones con otros modelos de la marca alemana, como el BMW Z4. Específicamente, cuenta con motor B58B30 de 3.0 litros y seis cilindros en línea de 340 CV, y el B48B20 de 2.0 litros y 258 CV, ambos de origen BMW.
Volvo XC90
El Volvo XC90 se ofreció con un amplio surtido de motorizaciones diésel y de gasolina. Sin embargo, en su gama se incluiría un bloque V8 a 60 grados desarrollado por la compañía japonesa Yamaha. Este bloque B8444S de 4.4 litros y aspiración natural entregaba 315 CV de potencia, lo que lo convertía en la versión más prestacional de la gama. Este motor también estuvo disponible en el Volvo S90 de la época.
Faltaría los modelos de SEAT en su breve travesía como marca independiente, siendo el Ronda, Ibiza y Málaga. Que montaron motores desarrollados por Porsche.
La Marca laraki tiene un motor mercedes
Mercedes E190 2.2 motor cosworth,toyota celica 2.0 turbo 4wd motor Yamaha,lotus etc,te faltaron muchos en la lista,y dobraron algunos que eran lo mismo
Los Mercedes clase A diesel llevaron o llevan motor Renault 1.5,al igual que el Suzuki Jimmy y los Qashqai diesel.
Ya supongo que el artículo no entran las furgonetas puesto que los acuerdos son mucho más conocidos y obvios
Suzuki sx4 desde 2006 monta en la versión diesel un 1.9 jtd de Fiat fabricado en Hungría