Los personajes políticos más opresores y corruptos del mundo sentían devoción por los coches de alta gama, algunos ya catalogados como clásicos y otras verdaderas joyas de la automoción. Porque una cosa está clara, los coches son una muestra del gran alcance, el poder y el estatus de una persona, y estos individuos sabían de primera mano que los mejores vehículos debían ir asociados a su imagen de máximo mandatario.
A lo largo de este artículo vamos a conocer a ocho dictadores, algunos más mediáticos que otros, sus orígenes y que vehículos preferían conducir o con los que desplazarse.
Muammar Gaddafi, Libia (1969-2011)
El dictador Gadaffi en Libia durante 42 años demostró ser un entusiasta de los coches. Tanto era así que se aventuró a diseñarlos, llegando supuestamente a diseñar un coche llamado ‘Saroukh el-Jamahiriya’, o lo que es lo mismo, el Rocket libio. Estaba equipado con un motor V6 de 230 CV, con el frontal y la zaga de cohete, el cual intentó sacar al mercado, pero no contaba con airbags ni guardabarros desmontables en caso de colisión.
Pero, lejos de estos trabajos de alta ingeniería, Gadaffi disponía de varias unidades del BMW Serie 7 fuertemente blindadas y una limusina Mercedes Clase S, pero destaca este pequeño Fiat 500 personalizado por el dictador, el cual incluyó componentes de oro y sustituyó la insignia del fabricante italiano por una del continente africano con la silueta de Libia resaltada.
Jean-Claude Duvalier ‘Baby Doc’, Haití (1971-1986)
Un personaje que aterrorizó a los haitianos durante 15 largos años, a partir de que su padre muriera y el ascendiera al poder con tan solo 19 años. Entre técnicas de vudú y el uso de la fuerza letal, Baby Doc abrió las fronteras de la isla caribeña a la inversión extranjera, pero antes se embolsó 500 millones de dólares con los que adquirió varios Ferrari, entre ellos un 356 GT 2+2 y el Mercedes Clase S con el que huyó de los disturbios de su país.
Tras los disturbios, la familia Duvallier fue expulsada del poder en 1986, huyendo a Paris hasta 2010, cuando Baby Doc pretendió volver para ayudar a su país destruido por el terremoto.
Rafael Leónidas Trujillo Molina, República Dominicana (1930-1961)
Rafael Trujillo gobernó en la República Dominicana con mano de hierro durante 31 años. Gran fan de los deportes de motor y de Ferrari, el dictador adquirió varias unidades del fabricante italiano. Pero su amor por los coches también supuso un lado amargo para los dominicanos, cuando la guerrilla paramilitar del dictador se paseaba por las calles de la ciudad en un antiguo Packard rojo, apodado ‘el carro de la muerte’.
Es irónico que Trujillo encontrara la muerte un 30 de mayo de 1961 a bordo de su Chevrolet Bell Air de 1957, cuando calló en una emboscada de los militares y murió tiroteado.
Kim Jong-II, Corea del Norte (1994-2011)
El padre del actual dictador de Corea del Norte era un gran amante de Mercedes-Benz. Se dice que gastó un total de 20 millones de dólares de un fondo de ayuda humanitaria en 20 Mercedes-Benz en lugar de en alimentos para los hambrientos norcoreanos. En 2009, Kim Jong-II adquirió dos limusinas Mercedes-Benz S600 Pullman para reemplazar su Maybach favorito. Pero la más absoluta desfachatez corre a cargo de su hijo, Kim Jong-Un, quien tras la muerte de su padre, por un ataque al corazón, ha aumentado el gasto personal anual de 300 a 645 millones de dólares.
Saddam Hussein y sus hijos, Irak, (1979-2003)
Saddam Hussein y sus hijos, Uday y Qusay, mostraron siempre un verdadero apego por los coches de lujo y las reproducciones más estrafalarias. La familia dictatorial amaba a Mercedes-Benz y los vehículos clásicos, por lo que no es de extrañar que cuando las fuerzas militares norteamericanas derrocaran el régimen, encontraran un Mercedes S600, un Ferrari Testarossa de color rosa, un Ferrari F40 y una pareja de Porsche 911, entre otros. Los hijos de Hussein murieron en la invasión inicial de Estados Unidos, mientras que el Saddam fue ejecutado en 2006.
Adolf Hitler, Alemania (1933-1945)
El que puede que sea el dictador más famoso de todos los tiempos, Adolf Hitler, era a la vez el mayor fan de Mercedes-Benz. El Mercedes 770 era el vehículo favorito de varios jefes de estado, incluido el emperador Hirohito, quien gobernó Japón durante más de 70 años. Pero Hitler poseía un gusto más exquisito por la firma alemana que cualquier otro dictador.
Disponía de uno de los únicos ocho Mercedes-Benz 320D Cabriolet de 1942 jamás fabricados, y fue el encargado de ayudar a que Volkswagen naciera como la marca de vehículos para el alemán medio, haciendo partícipe de ello al mismísimo Ferdinand Porsche.
Mohammad Reza Shah ‘El Sha’, Irán (1941-1979)
La colección de coches del Sha de Irán era enorme, tan grande que en Museo Nacional de coches de Irán, en Teherán, la mayor parte de la colección de vehículos allí expuestos perteneció a último Shah y su familia, incluso muchos de estos vehículos, que fueron confiscados por los revolucionarios, se encuentran almacenados porque es imposible exhibirlos todos al mismo tiempo.
El Sha se decantó por Rolls-Royce y la ya habitual Mercedes-Benz. Entre los vehículos exhibidos en el Museo, se encuentra un Honda Goldwing GL1000 de 1976 perteneciente a la reina Diba y el rarísimo Teherán Type MPV. Cuenta la leyenda que el Teherán Type MPV fue diseñado por Mercedes, Porsche y Volkswagen especialmente para el último príncipe heredero de Irán, el hijo mayor del Shah Reza Pahlavi.
Benito Mussolini, Italia (1925-1943)
Hitler no fue la única potencia del eje en dar prioridad a las fábricas nacionales de automóviles. De hecho, Mussolini favoreció a Alfa Romeo durante los 18 años en los que gobernó Italia, así que no es de extrañar que el año pasado saliera a subasta el Alfa Romeo 6C de 1939 de la amante del dictador. En lugar de un chofer cualquiera, Mussolini contrató a Ercole Boratto, un ex piloto de pruebas de Alfa Romeo, para que condujera su Alfa Romeo 6C 2300 Pescara Spyder.
Fuente: AutoBlog, Magnificent Bastard